El Paraiso,Honduras. 09.07.2019
Más allá de la evocación inherente al vino de naranja, al barroco español y a la minería, en los últimos tres años el municipio de Güinope, en El Paraíso, se ha erigido como uno de los grandes destinos emergentes del turismo ecológico en Honduras.
A su vasto territorio -una superficie estimada de 240 km2- no solo le sobreviven vestigios culturales del pasado, aún conserva enclaves naturales en vías de reactivación.
Y hacemos referencia directa a La Fortuna, una de las cascadas más altas de la región y de Centroamérica, y el cerro El Volcán, el pico más elevado del Corredor Biológico La Unión (CBLU).