Un par de nuevos estudios han identificado biomarcadores clave que podrían ayudar a identificar, en el momento de la infección inicial, a las personas con mayor riesgo de desarrollar COVID persistente. Te contamos cuáles son y sus posibilidades, a continuación.
Tras contagiarse de coronavirus, algunos pacientes sufren secuelas post agudas que pueden prolongarse en el tiempo. Entre el 10 y el 70% de los casos de COVID-19 pueden presentar síntomas persistentes que duran semanas, o incluso meses, después de la infección aguda inicial.
Pero, ¿qué es la COVID persistente?. Según los datos de los que se dispone en este momento, los síntomas que se han presentado con más frecuencia entre la población estudiada son: astenia (cansancio); malestar general; falta de concentración; fallos de memoria; síntomas neurológicos; alteraciones digestivas; síntomas respiratorios…
«La COVID prolongada está causando una morbilidad significativa en los supervivientes de la COVID-19, pero su patobiología no se conoce bien», explica Jason Goldman, coautor de uno de los nuevos estudios.
«Nuestro estudio empareja los datos clínicos y los resultados comunicados por los pacientes con profundos análisis multiómicos para desentrañar importantes asociaciones biológicas que se producen en los pacientes con COVID», añade.
En una de las investigaciones, hicieron un seguimiento de más de 300 pacientes con COVID-19, recogiendo muestras de sangre en varios momentos, tanto durante la infección aguda como en los meses posteriores.
El estudio identificó una serie de factores que podían medirse durante la enfermedad inicial y que se correlacionaban con la posterior COVID persistente. En particular, la investigación descubrió que los pacientes con niveles más altos de ARN del SARS-CoV-2 en la sangre durante su enfermedad aguda tenían más probabilidades de desarrollarla.
Uno de los hallazgos más curiosos de este primer estudio fue la detección de una mayor actividad del virus de Epstein-Barr (VEB), también conocida como mononucleosis, en la sangre de los pacientes con COVID-19 más propensos a padecer COVID persistente.
La infección por el VEB suele producirse en la mayoría de las personas cuando son jóvenes y se sabe que el virus permanece latente en la mayoría de las personas durante el resto de su vida. Contraer mononucleosis de joven también se ha relacionado recientemente con la esclerosis múltiple y suele estar asociada al síndrome de fatiga crónica.