Tegucigalpa,Honduras viernes 13 noviembre 2020
Cultivos de maíz, frijoles, sandías, melones y ayotes son parte de las pérdidas que han sufrido alrededor de unas 1,500 familias que viven en las cercanías de la laguna de Jucutuma y Ticamaya.
El milagro se hizo en Jucutuma, pues durante los primeros 4 meses de la pandemia se secó. Pero con el huracán, ahora luce imponente y con gran espejo.
Los habitantes aseguraron que estas lagunas desde hace dos años desaparecieron y utilizaban el terreno para cultivar y obtener ingresos, sin embargo, cuando ingresó la tormenta tropical Eta, de la noche a la mañana el agua cubrió por completo sus viviendas.
“En este lado donde vivo había sembrado maíz y ayotes y no quedó nada, pero gracias a Dios no nos ahogamos y logramos salir rápido, cuando menos acordamos el agua ya la teníamos en el patio y en pocos minutos entró a la casa y comenzó a subir, nos fuimos a la carretera y desde ahí miramos cómo el agua llegó casi al techo”, comentó Luis Gutiérrez, quien tiene 7 años de vivir en la orilla de la laguna de Jucutuma.
Fuente: La Tribuna