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19.10.2017
Los progreseños conmemoran este día la fecha en que se creó este municipio, al que sus fundadores dieron Progreso por nombre.
Un día como hoy, 19 de octubre, pero del año 1892, la aldea Santa María de Canaán del Río Pelo recibió la categoría de municipio. La pequeña comunidad contaba en ese entonces con apenas 505 habitantes, pero era muy pujante y rica en recursos naturales.
Parte del surgimiento de este pueblo enclavado en las riberas del Río Pelo y el caudaloso Ulúa, se le atribuye a la llegada de un personaje que le daría nombre a la aldea: William James Bain, cónsul de la corona inglesa en Puerto Cortés.
Cuentan los más antiguos de esta comunidad, que el caballero británico era un empedernido explorador que en una ocasión se atrevió a surcar en su embarción el caudaloso Río Ulúa y cuando llegó a la pequeña comunidad quedó extasiado por su belleza escénica, pero sobre todo, por sus espesos bosques. Sus ojos brillaron como libras esterlinas.
La gestión del alcalde Alexander López Orellana ha modernizado la ciudad. En la gráfica el Museo Ferroviario Progreseño, una de sus obras.
Bain hizo que anclaran la nave en la aldea y bajó a dialogar con la gente. Rápidamente identificó a los principales líderes del lugar, entre los que figuraba Melecio Velásquez Menjívar, quien sería una persona clave para la posterior fundación del municipio.
Junto a un grupo caminó hacia la espléndida montaña de Mico Quemado, siguiendo el curso del río Pelo, en ese entonces de agua cristalina, tan pura que los aldeanos la bebían sin ningún temor. Al llegar a las faldas de la cordillera vio una gran cantidad de árboles de caoba y de inmediato pensó en negocios.
Tanto fue su interés, que el inglés decidió establecerse en la aldea del Río Pelo y empezó extraer madera, la cual era transportada en barco hasta Puerto Cortés y luego exportada a Inglaterra, donde la caoba hondureña pronto sería la más codiciada, por su belleza y calidad.
El reloj de El Progreso fue traído de Alemania en 1925 y en 1962 se instaló en el actual kiosco. Hoy día es un símbolo de la ciudad.
Según algunos escritos biográficos, el cónsul, quien empezaría a ser conocido en la comunidad como don Guillermo Baín, reunió junto a Melecio Velásquez a los pobladores para proponerles la idea de convertir la aldea en municipio, ya que ello traería mayor desarrollo y crecimiento.
Con todos a favor, los vecinos designaron a don Melecio Velásquez para que presentara la solicitud al Gobernador Político de Yoro de aquel entonces, el coronel Luis Mejía y meses después recibieron el beneplácito gubernamental, por lo que se procedió a elegir la primera Corporación Municipal, quedando integrada de la siguiente manera: Guillermo Jaime Bain, alcalde; Fermín Escobar, regidor, y Julio Flores, síndico. Más de un siglo después, es una ciudad clave para el desarrollo de Honduras. (L.B)
Muchos progreseños que vivieron la época del oro verde añoran los tiempos del ferrocarril y la compañía bananera.
Miles de personas llegaron para ser partícipes del histórico momento en que fue inaugurado el puente de La Democracia, el 28 de enero de 1963.
Fuente: elpais.hn
