Tegucigalpa,Honduras lunes 09 noviembre 2020
El video es crudo y elocuente. La señora de unos 60 años se sube a la lancha temblando de los nervios y con la voz entrecortada. La pequeña embarcación se balancea junto a tres jóvenes de la Policía Nacional que auxilian a la indefensa mujer.
Llevaba cuatro días aislada en un sector del Valle de Sula y hasta había perdido las esperanzas de sobrevivir. Los rescatistas suben también un perro negro, a su amo y una joven mujer, aparentemente, familia de la señora, quien se acomoda en la popa.
–“Acalambrada he estado”, les dice a sus rescatistas.
–“No se preocupe, ya está a salvo. Nosotros la miramos cuando pasamos”, le responde uno de los policías que participa en la operación.
–“Gracias, hijo, ¡Dios me los bendiga!”, le dice la mujer al borde del llanto, quien en su desesperación tampoco olvida a Laica, su perra negra, que ha sido compañía en estos días aciagos.
Escenas como estas se repiten en todo el país desde el jueves pasado, cuando comenzó la tormenta Eta, en favor de miles y miles de damnificados. Los heroicos socorristas no han parado desde entonces. Se trata de valerosos hombres y mujeres, entre policías, militares, bomberos, cruz-rojistas, paramédicos, médicos, enfermeras, voluntarios particulares, nacionales y extranjeros, como los militares estadounidenses o los salvadoreños de la Cruz Verde.
Fuente:La Tribuna