Tegucigalpa,Honduras miércoles 16 septiembre 2020
En caso de que gran parte del Litoral Atlántico llegara a quedar sin energía sería responsabilidad de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE), pues fue la entidad que determinó licitar un contrato para proveer 70 megavatios por solo tres años, cuando la ley es clara y ordena hacerlo al menos por diez años, aseguró el exgerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Jesús Mejía.
El exfuncionario estaba al frente de la estatal eléctrica cuando en el 2017 se estructuraron los aspectos técnicos para convocar a la licitación que terminó ganando Comercial Laeisz, empresa que realizó una inversión superior a los 2,000 millones de lempiras para instalar una planta con tecnología alemana en el sector de La Ensenada, La Ceiba. Con ello se superaron en buena medida los apagones que durante años provocaron millonarias pérdidas a los pobladores de Colón, Atlántida, Yoro y parte de Olancho.
“El reglamento de la ley establece, claramente, en el artículo 35, numeral ‘c’, inciso ‘2’, que no podrá darse un contrato por menos de 10 años. La Comisión Reguladora sólo quiso que se diera por 3 años”, indicó Mejía en una entrevista a un canal de televisión.
Justificó que en ese momento la CREE pudo actuar de esa manera porque cuando se adjudicó la licitación existía un proyecto de la Comisión para la Alianza Público-Privadas (Coalianza) para instalar una planta de 450 megas en Trujillo. Sin embargo, ingenieros de la ENEE hicieron las evaluaciones técnicas y determinaron que no existía la capacidad en el sistema de transmisión para trasladar la energía generada en ese sector al resto del país. Hacer los ajustes para conectar esa electricidad al sistema habría resultado oneroso, por lo que el proyecto de Trujillo fue descartado cuando la licitación ya había sido asignada.
Aseguró que Comercial Laeisz fue la oferta más barata para proveer 20 megas desde el plantel instalado en San Isidro, otros 20 megas de la llamada “Ceiba térmica” y la segunda mejor oferta para generar 30 megas de la estación que debía funcionar en Reguleto, municipio de Sabá, Colón.
Se descartó la más barata y se asignó a la segunda más barata porque la primera empresa “no pudo certificar el manejo de subestaciones, porque esta planta tenía que pegarse a la barra de 138 kilovoltios, que es de alta tensión”, y carecía de las capacidades para hacerlo, explicó Mejía. Además, las inversiones aumentaron porque al momento de sacar las licencias ambientales se determinó que no podrían seguir funcionando en los sitios previstos.
La subestación de San Isidro había sido establecida en 1978, cuando no había pobladores, pero actualmente hay muchas viviendas y un cementerio alrededor. “La Ceiba térmica” tiene un batallón y un hospital como vecinos, mientras que las autoridades de Sabá indicaron que no darían los permisos para funcionar en Reguleto.
“Eso ponía en precario la posibilidad de resolver el problema en La Ceiba. Cuando pasan estas tres situaciones, viene la empresa (Comercial Laeisz) y encuentra un terreno en la Ensenada y dicen ellos que lo pueden adquirir para concentrar toda la energía allí”, señaló.
NO HAY TIEMPO
Para Mejía “es totalmente falso” que haya tiempo para convocar a una nueva licitación. Indicó que durante su administración en la ENEE entregó a la CREE un cronograma de las adquisiciones que debían hacerse para los próximos 10 o 15 años. “Entonces ellos sabían en qué momento tenía que salir una licitación”. Enfatizó que “a esta fecha, una licitación de largo plazo para el Litoral Atlántico ya no es posible.
(…) Tiempo no hay para una nueva licitación, ya que instalar una planta de esta envergadura, de largo plazo, llevaría de 24 a 36 meses, peor aún si se tiene que construir una subestación, así que eso es una utopía”.
Descartó que los llamados “contratos mercantes” sean una alternativa para obtener energía porque las empresas generadoras no están interesadas debido a que “ni los costos están haciendo de forma correcta”. Esos contratos, sugeridos por organismos financieros internacionales, consisten en eliminar el pago de algunos costos a las empresas.
“Definitivamente la Comisión Reguladora ha hecho un muy mal trabajo. Hay que averiguar por qué, si es por falta de recursos o si es porque los comisionados no quieren trabajar o si hay mano negra allí, pero hay que tomar una decisión en el corto plazo para ver cómo se resuelve este problema energético ya”, concluyó.
“La Comisión Reguladora no está haciendo su trabajo. Creo que el Congreso debería dar un primer paso, porque ellos nombraron a la Comisión Reguladora y deberían intervenirla, verificar qué está sucediendo a lo interno. Los comisionados no están cumpliendo con su función. Es responsabilidad de ellos”. Jesús Mejía, exgerente de la ENEE
Fuente: El Pais