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2020 Año Internacional de la Sanidad Vegetal

Tegucigalpa, Honduras domingo 26 enero 2020

De acuerdo a datos ofrecidos por el Banco Mundial, el desarrollo agrícola constituye uno de los medios más importantes para poner fin a la pobreza extrema, impulsar la prosperidad compartida y alimentar a una creciente población.

A pesar del avance de la industrialización, primero, y el desarrollo de la industria de servicios, después, la agricultura sigue, y seguirá siendo, una muy importante actividad económica. La participación de la agricultura en la formación del Producto Interno Bruto (PIB) Mundial es del 3.4% pero su importancia social lo convierte en un sector sumamente sensible e importante. En nuestro país, la agricultura constituye entre el 11 y el 12% del PIB, y su aporte en la generación de empleo y captación de divisas, continúa siendo muy significativo, tanto así que la baja en los precios del café, banano, aceite de palma, azúcar, camarón y hortalizas, podría representar un año adverso en la economía nacional.

Esta actividad, enfrenta serias amenazas de diversa índole: la variabilidad climática; y su incidencia en la incorporación de nuevas plagas y enfermedades, las siempre presentes barreras al comercio internacional, la desgravación arancelaria a la importación de algunos productos agrícolas que vienen a competir con la producción local, el deterioro de los términos de intercambio de los productos primarios con relación a los productos importados desde países industrializados (cuantas unidades de un bien importado pueden adquirirse mediante la exportación de una unidad de un bien nacional), y, muy importante, la poca capacidad de compra de muchos millones de potenciales consumidores que yacen en la desnutrición y la subnutrición, o mueren de hambre. Por otra parte, la agricultura enfrenta el reto de incrementar su productividad mediante prácticas plenamente responsables con el ambiente.

 

Sanidad Vegetal

Para ayudar a generar consciencia de la responsabilidad individual por la Sanidad Vegetal como herramienta para combatir el hambre y la pobreza, la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO), ha designado, a iniciativa de Finlandia, el 2020 Año Internacional de la Sanidad Vegetal.

¿Pero qué es la sanidad vegetal?. Igual que en la sanidad humana; que busca proteger la salud de las personas, la sanidad vegetal trata de preservar y proteger la salud de las plantas. Esa ha sido la historia de todos los tiempos; los agricultores tratando de obtener buenas cosechas a pesar de las adversidades, tales como los persistentes ataques de plagas, y los fenómenos meteorológicos desfavorables. Básicamente las plantas pueden ser atacadas por los mismos enemigos del hombre: virus, bacterias, hongos, nematodos, insectos, etc.

Los objetivos del año de la Sanidad Vegetal, según lo establece el acuerdo de las Naciones Unidas, son los siguientes: “crear conciencia sobre la importancia de las plantas sanas para lograr la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; destacar el impacto de la sanidad vegetal en la seguridad alimentaria y las funciones ecosistémicas; y compartir las mejores prácticas sobre cómo mantener las plantas sanas al tiempo que se protege el medio ambiente”.

 

Nuevas plagas

Una de las amenazas más fuertes a la Sanidad Vegetal lo constituye la introducción de nuevas plagas al país. Las plagas son elementos vivos que viajan acompañando al comercio internacional, a los viajeros, a las migraciones de aves y otros animales, el viento etc. No reconocen fronteras. En cada punto de ingreso al país se toman medidas tendientes a mitigar ese riesgo. En Honduras existen 16 puntos oficiales de ingreso de personas, animales, y mercancías, tanto marítimos (3) como terrestres (9) y aéreos (4) en los cuales se realizan dos procesos independientes pero complementarios. El primer proceso es realizado por el Servicio de Protección Agropecuario (SEPA), dependencia del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa) y de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), y operada, por delegación, por el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), mediante la inspección de la carga, las pertenencias de las personas, y de los medios de transporte.

El sistema de inspección utiliza medios intrusivos y no intrusivos y son realizadas por técnicos debidamente adiestrados y certificados bajo normas internacionales que siguen protocolos predefinidos. Los métodos intrusivos consisten en la inspección física-visual para determinar si hay plagas o asegurar el cumplimiento de las reglamentaciones fitosanitarias.

Los métodos de inspección no intrusivos utilizados son de dos tipos diferentes. El primero se realiza mediante binomios caninos; un can y su manejador, ambos entrenados con excelencia por el Batallón Canino Hondureño. A mediados del año 2020 Honduras contará con diez binomios operando en todos los aeropuertos del país. El otro método no intrusivo utiliza máquinas escáner por las que pasan las maletas de los viajeros a fin de determinar la presencia de alimentos y otros productos cuyo ingreso está prohibido o reglamentado.

A través de los años muchas han sido las plagas y enfermedades que han ingresado al país, provocando daños de muchos miles de millones de lempiras, pérdida de puestos de trabajo y daño al ambiente; ejemplo: la sigatoka del banano, la roya y la broca del café, la piricularia del arroz, el HLB de los cítricos, la monilia del cacao, el tizón de la papa, etc.

A fin de ayudar a dimensionar el daño que puede ocasionar una sola de esas plagas, consideremos que se estima que la piricularia del arroz ha producido pérdidas anuales mundiales, en los últimos veinte años, por el orden de 157 millones de toneladas de grano. Esa cantidad podría ser suficiente para alimentar a muchos millones de personas. Por otra parte, el HLB provocó en la cosecha de naranja 2016/2017 en La Florida, pérdidas por ocho mil millones de dólares y en los últimos diez años la afectación de unos catorce mil puestos de trabajo. Lo anterior explica la necesidad de establecer de manera responsable un sistema de protección que minimice el ingreso de plagas exóticas.

 

OIRSA

Una vez que el SEPA determina la necesidad de realizar algún tratamiento a la carga inspeccionada, entra en acción la segunda organización, para proteger el patrimonio Agropecuario del país, el Servicio Internacional de Tratamientos Cuarentenarios (SITC) que es operado por el OIRSA en los países miembros. Una vez que en los laboratorios de diagnóstico los especialistas han identificado la plaga que se debe controlar, el SITC determina el tipo de tratamiento a aplicar. Los técnicos del SITC han sido entrenados y capacitados en los estándares más rigurosos a nivel mundial y cuentan también con las debidas certificaciones.

Algunas plagas representan un obstáculo al comercio internacional, tales como las moscas de la fruta, gorgojo kapra, nematodo dorado de la papa, cochinilla rosada, Xillela fastidiosa, y muchos más.

La trinchera para el combate a las plagas de las plantas se extiende más allá de las fronteras y se ubican en los campos de producción. Es allí en donde se desarrolla una batalla constante por la Sanidad Vegetal, entendiendo que la misma tiene como fin último la salud de los consumidores y del ambiente. La Secretaría de Agricultura y Ganadería, a través del Senasa, desarrolla acciones de vigilancia, control y erradicación de las principales plagas. El OIRSA es un fuerte aliado en esa importante labor, apoyando en diversos programas.

En este año de la Sanidad Vegetal, la FAO recomienda, entre otras cosas: ser cauteloso al transportar plantas o productos vegetales asegurándose de que estos cumplan con los requisitos sanitarios, mantener inocuo el comercio implementando normas de sanidad vegetal, fomentar la utilización de métodos favorables al ambiente para el control de plagas, tanto por parte de los agricultores como por los encargados de formular las políticas.

Las plantas son esenciales para la vida, proveen ara refugio, son fuente de materias primas, producen oxígeno y alimentos. El año de la Sanidad Vegetal hace justicia a la necesidad de cuidar su salud para cuidar la nuestra y la de nuestro planeta. No hay otra forma.

Fuente: La Tribuna

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