Tegucigalpa, Honduras martes 31 diciembre 2019
Los tradicionales pichingos elaborados para fin de año, por los pobladores de las aldeas, colonias y ciudades hondureñas, se observan desde hace varios días en las calles, junto a sus creadores, quienes aprovechan para pedir “las pascuas” a conductores y peatones.
La tradición reúne a numerosas familias previo al Año Nuevo, justo después de las 11:00 de la noche del 31 de diciembre, en diferentes puntos acordados para observar la quema de los monigotes. Años atrás, a los muñecos de papel periódico se les colocaban “cohetillos” en su interior, pero luego que la Alcaldía Municipal del Distrito Central prohibiera la venta y uso de pólvora, se optó por fabricarlos sin los explosivos.
Unos de los pichingos más populares, se exhiben en la salida al sur de Comayagüela y su fabricante, Luis Lagos, destacó que preparan desde hace varios días un trabajo “especial” para reunir a las personas que quieran asistir a la quema y disfrutar de un momento grato.
Expresó que sus monigotes simbolizan diversas situaciones de los momentos que pasan los hondureños.
Fuente: La Tribuna