Los tradiciones monigotes causan euforia con personajes políticos

Tegucigalpa, Honduras lunes 09 diciembre 2019

LA FAMILIA EMPRENDEDORA TIENE 14 AÑOS DE DEDICARSE A ESTE RUBRO

Los monigotes son una tradición que vino de los pueblos y que poco a poco han ido innovando hasta llegar a destacar los personajes políticos más polémicos del país. Don Adolfo Sarmiento, tiene 14 años de dedicarse a hacer los pichingos que le generan ingresos para sustentar a su familia, el mes de diciembre es la temporada más alta para el vendedor quien aseguró que desde ya tiene varios pedidos de distinguidos personajes.

“Es un trabajo muy bonito porque para mí es un arte, pues se trata de hacer el monigote lo más parecido al personaje y además es una tradición que la gente practicaba desde muchos años atrás, sin embargo, ahora lo utilizan como una diversión al agregarle pólvora y quemarlo para darle la bienvenida al año nuevo. Los personajes que mayor demanda tienen son los políticos, razón por la que desde hace unas semanas ya están elaborados.

“Los que más vendo son de Juan Orlando Hernández, Manuel Zelaya, Salvador Nasralla, Mirian Guzmán y Donald Trump, a veces vienen personas a comprarme uno, pero cuando ya ven los otros termina llevando más o haciendo pedidos”, comentó Sarmiento.

Cada monigote que representa a un personaje político u otra persona cuesta 700 lempiras y los que aún tienen por tradición lo del año viejo el valor es de 600 lempiras.

“Siempre invierto unos 25 mil lempiras para hacer los monigotes, compramos los fardos de ropa usada, luego clasificamos lo que necesitamos que son sacos, camisetas y los pantalones, esto es para vestirlos y para elaborarlos usamos madera, fon y pintura”, expresó Sarmiento. Erlin Rodríguez, esposa de Sarmiento, dijo que el negocio es familiar y que ella se encarga de costurar algunas prendas para vestir a los monigotes y también clasifica la ropa.

“Es un trabajo muy bonito y sirve para quitar el estrés porque a veces pasa la gente por la calle y cuando ven los monigotes ahí afuera comienzan a reírse o sino gritan diciendo que se parece a alguien”, manifestó Rodríguez.

La familia espera que este año sea mucho mejor porque afirmaron que no solo venderán en su casa ubicada en barrio Cabañas, sino que también estarán en la entrada de La Lima, ya que ahí pagaron un puesto para llevar el producto y estratégicamente estarán cerca de los negocios de cohetes.

“La idea de hacer este tipo de trabajo surgió porque una vez íbamos pasando con mi esposa por una clínica que está en barrio Cabañas y cerca había una tienda de ropa usada, ahí tenían un pichingo de trapos y nos gustó e hicimos el primero para divertirnos y a la gente le gustó, luego pensamos en hacerlos para vender y nos ha ido bien y desde entonces la gente viene para encargarlos”, Adolfo Sarmiento

“Siempre para esta temporada logramos vender unos 200 monigotes, pero este año esperamos incrementar la venta con un puesto más en la entrada a La Lima”. Erlin Rodríguez.

Fuente: El Pais