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Tegucigalpa, Honduras. 28.07.2017
Un panorama optimista a mediano y corto plazo pinta el Banco Central de Honduras (BCH) en la revisión al Programa Monetario (PM 2017-2018) donde proyecta crecimiento económico, control de la inflación, estabilidad cambiaria y aumento en los flujos de remesas.
La revisión eleva el ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año al pasar de 3.7 que se había visualizado en marzo pasado, a 4.1 por ciento para finales de diciembre.
Asimismo, se toman en cuenta las expectativas del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) que en mayo presentó un dinamismo de los sectores que más pesan en la economía del país.
EMPLEO LATINO
La proyección de remesas familiares es halagadora al considerar, que Honduras cerrará el año con un crecimiento del 7 por ciento, mayor en comparación al del 2016 que fue del 6 por ciento.
Señala que los flujos en dólares se mantendrán en alza beneficiados por la disminución del desempleo entre la comunidad latina en Estados Unidos, donde reside más de un millón de hondureños con lo que dinamizan la economía hondureña.
El crecimiento de la economía estadounidense será otro factor que ayudará para que las remesas mantengan los niveles de crecimiento esperados, tomando de base que a la fecha suman más de 2,500 millones de dólares recibidos.
Pero estas expectativas se podrían ver mermadas porque está en veremos la renovación del Estatus de Protección Temporal (TPS) que desprotegería a más de 57 mil hondureños y que vence el 5 de enero del próximo año.
“EFECTO TRUMP”
Las exportaciones estarían creciendo 3.6 a 6.7 por ciento, mientras que las importaciones caerían de 6.9 a 6.8 por ciento, al final se espera un impacto menor en la cuenta corriente del país.
El déficit de la balanza comercial presentó una leve mejoría a junio, en comparación al mismo período del año pasado, teniendo como punto de partida que el país en el 2016 importó 13,139 millones de dólares y exportó aproximadamente 9,589 millones.
Sin embargo, a mediados de 2017 las exportaciones crecieron 374 millones de dólares y las importaciones se contrajeron en 311, lo que dejó una disminución de la brecha comercial, pese a ello, las exportaciones siguen siendo menores en comparación a lo que se importa.
En resumen y en materia de comercio exterior, determinado por entrada de divisas, el organismo descarta el temido “efecto Trump”, que se regó, sobre todo, en las economías dependientes de Estados Unidos, cuando arribó a la Casa Blanca Donald Trump el 20 de enero de este año.
Empero, Bautista considera que persiste el temor latente por las políticas anti-inmigratorias y aislacionistas que puedan emitirse a futuro, que deberán sortear la oposición a lo interno del ambiente político estadounidense.
COSTO DE VIDA
Según el organismo el costo de vida, medido por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), será menor, por la disminución de los precios del petróleo y de las materias primas que se importan para el funcionamiento de la economía.
La inflación se reduciría medio punto y se proyecta terminar el año en 4.0 por ciento con un rango de tolerancia de más o menos uno por ciento, menor en comparación a años anteriores debido a la estabilidad macroeconómica.
En cuanto a Inversión Extranjera Directa (IED) el organismo prevé un alza derivado de las mejoras que presentan las economías avanzadas, tomando en cuenta que el 2016 representaron 1,139 millones de dólares, la mayoría por reinversiones de las empresas ya instaladas, pero la IED se mantendría en 5.3 por ciento en relación al PIB, igual al 2016.
Se proyecta un nivel de Reservas Internacionales que sea suficiente para cubrir 4.5 meses de importaciones apuntaladas por mayor ingreso de divisas por remesas, café, banano, camarón y manufactura.
“OPTIMISMO”
Por otra parte, el sector financiero continuaría creciendo, pese a la disminución de las tasas de interés a las tarjetas de crédito, que fue decretada la semana anterior por el Congreso Nacional, ya que el dinero plástico solo representa el diez por ciento del total de la cartera de préstamos de la banca privada.
En tanto que el déficit fiscal se proyecta en 3.2 por ciento, menor a marzo cuando se esperaba un 3.5 pese a ser un año político, sostenido por la Ley de Responsabilidad Fiscal y el incremento de los niveles de recaudación de impuestos.
La estabilidad cambiaria, pese a no ser parte de la medición, se prevé que se mantenga la relativa revaluación mostrada por el lempira frente al dólar desde comienzos de año, por factores como el debilitamiento de las monedas de los principales socios comerciales.
En resumen las proyecciones de la revisión al Programa Monetario son optimistas y esbozan un panorama alentador, que contrasta con la situación de pobreza que vive el 64 por ciento de la población hondureña, señalan economistas.
Fuente:latribuna.hn
