Las terapias de próxima generación que combaten la obesidad tienen un nuevo integrante gracias a la Universidad Tecnológica de Nanyang, quienes han desarrollado una combinación única de luz y función metabólica para descomponer la grasa interna de los mamíferos. Nada de vitaminas.

La solución del equipo consiste en un hidrogel que puede inyectarse en los depósitos de grasa y someterse a la luz infrarroja. En sus pruebas con ratones obesos, el equipo de investigación observó una reducción de la grasa de hasta un 54% tras el tratamiento.

La función de esta nueva tecnología depende de una proteína llamada TRPV1, que desempeña un papel importante en nuestro metabolismo. Esta proteína puede desencadenar la conversión de la grasa blanca, el tipo que almacena el exceso de calorías en barrigas cerveceras y michelines, en grasa marrón.

Este es el tipo de grasa que el cuerpo quema fácilmente para obtener energía y calor, por lo que muchas investigaciones contra la obesidad se centran en terapias que puedan iniciar esta conversión, explican los investigadores.

La actividad del TRPV1 también promueve la descomposición de las gotas de grasa en ácidos grasos que pueden ser utilizados por la grasa marrón convertida para quemar calorías, o ser descompuestos en el torrente sanguíneo a través de un proceso llamado lipólisis.

Además, la proteína estimula la secreción de una hormona que mejora el metabolismo de la glucosa y los lípidos en el hígado y los músculos, al tiempo que mejora la sensibilidad a la insulina.

Con el objetivo de desarrollar una terapia dirigida al TRPV1, los investigadores crearon un hidrogel que contiene nanopartículas de sulfuro de cobre que activan la proteína en respuesta a la luz, y un fármaco aprobado por la FDA que puede estimular el pardeamiento de los tejidos grasos.

También se añadió un polímero biocompatible para mantener el hidrogel en estado de gel tras la inyección, liberando lentamente su contenido durante varios días. Al estilo de una píldora, como ha desarrollado Pfizer.

Se inyectó el hidrogel en la grasa subcutánea de ratones obesos con síntomas de enfermedad metabólica, y a continuación se proyectó luz infrarroja en el lugar de la inyección durante cinco minutos.

Esto se hizo cada día durante tres días, seguidos de cuatro días de descanso, durante un período de dos semanas, lo que llevó a una reducción del 5,5% en el peso corporal de los animales, en comparación con un aumento del 9,5% observado entre un grupo de control.

Los ratones tratados también mostraron una reducción del 40 por ciento de la grasa subcutánea, un descenso del 54% de la grasa visceral, una reducción del 54%  del colesterol y un descenso del 65 por ciento de la resistencia a la insulina.

A los científicos aún les queda mucho por hacer para convertir estos prometedores resultados en terapias para atajar la obesidad y la disfunción metabólica en humanos. Sin embargo, los primeros indicios indican que podría llenar un vacío en los tratamientos existentes.

En cuanto a cómo podría ser el tratamiento, los científicos creen que los pacientes obesos podrían autoadministrarse el hidrogel en casa, y dirigir un láser manual hacia el lugar para activar las partículas de sulfuro de cobre y, a su vez, la proteína TRPV1.

El equipo ha solicitado la patente de la tecnología y ahora busca socios para realizar ensayos clínicos en pacientes humanos, explican en New Atlas.

Fuente: computerhoy