Tegucigalpa,Honduras martes 06 octubre 2020
El primer efecto de la pandemia en el país ha sido la paralización, de allí se vino el desempleo. Pero Los hondureños tienen algo especial, se han reinventado como economía informal.
Kimberly Figueroa (35), es una de las muchas personas a las que la pandemia del COVID-19 ha obligado a salir a las calles para vender algún tipo de equipo de bioseguridad y obtener un dinero extra.
Esta capitalina que es madre soltera, trabaja como parte del personal de aseo de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), pero no todos los días va a su trabajo, por lo que en los días libres vende mascarillas en las calles.
“Los días que no voy a mi trabajo, vengo a vender mascarillas, no todos los días son buenos, pero siempre vendo algo y ya me sirve el dinero. Desde que empezó esto el dinero alcanza menos”, lamentó Figueroa.
Fuente: La Tribuna