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Tegucigalpa,Honduras martes 15 septiembre 2020
Los libros de historia nos cuentan que un 15 de septiembre de 1821 las cinco parcelas del istmo declararon la independencia del Reino de España y desde entonces somos libres, soberanos e independientes
Una linda historia que llevamos 199 años repitiendo cada 15 de septiembre, el día de la patria, porque después del ruido de tambores, desfiles suntuosos, sensuales palillonas, olvidamos que tenemos patria porque los valores cívicos pasaron al olvido.
El insigne poeta Felipe Elvir Rojas, en “Péndulos inevitables, escribió: “La Patria y Morazán”. A la orilla del tiempo huellas y cicatrices/La Patria está en nosotros/ en lo que amamos y apenas conocemos refulgen sus auroras/ En los senderos que quizá recorremos, con pasos vacilantes; nos hablan las raíces y los ocasos rojos./ La rosa con sus frágiles pétalos, se ha instalado el perfume y el pueblo encendido de protestas, cabalgan los asombros./ Los puños, van derribando muros y embridando huracanes./ Morazán con sus hondas pisadas, derrota lejanías./ Al héroe, no hay poder que lo arredre, ni tiempo que lo agote”.
En otro aparte de su poem, describe: “La patria más alta, la patria morazánica, cinco dedos son puño de coraje, desafiando peligros./Patria grande del viento, patria de la espiga, dulce patria de todos, con tus cariños densos, son tuyos desde el hombre hasta la hormiga con signos de suspensos./Te amamos hasta el hueso, porque estas hecha con retazos de angustia y mareas de sangre./ Y si no hemos perdido la memoria, Morazán nos convoca, sin arreos dorados, con palabras de truenos y relámpagos, desde escarpadas cimas, bajo los altos pinos, en su corcel guerrero./En verdad yo les digo, que cada día Morazán amanece en nuestros sueños”.
Ojalá nunca perdamos la memoria de los tiempos que hoy vivimos. La Patria llama a la esencia de sus hijos. La juventud es la llamada a recoger el legado de Morazán para que esta patria sea digna de mejor suerte; sea libre, soberana e independiente y como lo expresa el poeta: “La patria más alta, la patria morazánica, cinco dedos son puño de coraje, desafiando peligros”. Que nuestro sentimiento patrio no sea de un día, que hoy más que nunca, en este nuevo orden reorientemos nuestros pasos para ser mejores ciudadanos.
Que los 199 años de una declaratoria de independencia, sea para repasar la historia para no repetir los mismos errores. Que nuestra mirada sea a un porvenir diferente donde prevalezca la justicia para todos sin privilegios para nadie y cuando eso ocurra, comenzaremos a tener patria para todos y no solo para unos pocos privilegiados que hicieron de ella, un pedestal para satisfacer ambiciones personales.
Este 15 de septiembre sin duda alguna marcara una nueva senda. Habrá un receso de bandas y tambores. Silencio en las calles, pero que no haya silencio en los corazones, que hoy más que nunca, palpite en cada corazón el sentimiento patrio con verdadero patriotismo. Enarbolemos con orgullo los colores de nuestro avaro patrio.
No son tres siglos de dominación como lo describe nuestro Himno nacional. Son cinco siglos de atraso y miseria para los pueblos centroamericanos, pero habrá que reconocer los esfuerzos realizados en la Reforma Liberal de 1876, durante el gobierno de Marco Aurelio Soto. La Reforma Liberal fue un proceso que se orientó a la transformación de viejas estructuras políticas, económicas y sociales arrastradas desde la colonia.
Retrocedamos al 2019 con todos los desaciertos de las políticas del estado con relación a la educación y el fomento de los valores cívicos. Celebrar las fiestas patrias equivale a desfiles obligatorios, en lugar de fomentar esos valores en las aulas.
Lógico, las costumbres se vuelven leyes. El sentimiento patrio comienza con el día de la Bandera, acto que realizan los docentes con los alumnos en un marco de solemnidad. Este año, solo las autoridades educativas, civiles y militares acudieron a la plaza para la ceremonia. Los grandes ausentes, los niños y los estudiantes.
Dicen que recordar es vivir: el reportaje de hoy registra algunas de las vivencias de los desfiles del año pasado. Este año por razones obvias, solo es el recuerdo. Los grandes perdedores con la pandemia, son los diseñadores de los trajes típicos y las tradicionales palillonas. Un receso obligado, pero al mismo tiempo, un alivio para los bolsillos de los padres.
Recordemos con Valle, este 15 de septiembre que: “La Nación está en los surcos del campo en la cabaña del labrador. En el taller del artesano. La América entonces: La América, mi patria y la de mis más dignos amigos, sería al fin los que es preciso que llegue a ser: grande como el continente donde se dilata: rica como el otro que hay en su seno…recibe patria amada, este juramento. Los hago en estas tierras que el despotismo tenía incultas y la libertad hará florecer”.
Hoy haríamos con Valle un juramento: Ante el despotismo que nos mantiene en el caos, la corrupción y la impunidad: Patria mía, mi juramento es para que florezca la libertad, la soberanía plena y la independencia.
Fuente: La Tribuna
