Tegucigalpa,Honduras lunes 07 de septiembre 2020
En La Ceiba solicitan el paso a la fase 2 de la reapertura y a cinco dígitos de circulación los fines de semana. En Puerto Cortés demandan una fórmula para reactivar la vida nocturna, de la que subsisten cientos de personas.
Empresarios y autoridades de La Ceiba, Tela, Omoa y Puerto Cortés están realizando grandes esfuerzos en el tema de bioseguridad y adecuación de instalaciones turísticas bajo la esperanza de que pronto haya un renacer en la “industria sin chimeneas”, pero también demandan apoyo de las autoridades para agilizar una mayor apertura económica que facilite viajar a los hondureños.
Dirigentes del rubro estimaron en más de 1,000 millones de dólares las pérdidas por la cancelación del 100 por ciento de reservaciones y servicios durante los cinco meses de la pandemia, lo que ha puesto en precario unos 200,000 empleos.
QUIEREN FASE 2
Autoridades municipales y empresarios ceibeños están solicitando la apertura de los negocios de 6:00 de la mañana a 8:00 de la noche y que los fines de semana se puedan circular cinco dígitos el sábado y los otros cinco dígitos el domingo.
“El turismo sostiene la economía en gran parte de La Ceiba. Además, hay empresas de mediano y pequeño tamaño que tienen relación con el turismo, hay hoteles grandes y hoteles chicos que de esto se sostienen, así como restaurantes” mencionó Raúl Ponce, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Atlántida. Urgió a actuar a las autoridades para evitar más pérdidas de empleo.
Sandra Chávez, dirigente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh) en La Ceiba, confirmó que ya está operando el sector transporte, agencias de viaje, tour operadores, así como vuelos nacionales e internacionales. Por lo tanto “ya hay condiciones para dar el paso a la fase dos”.
Aseguró que las agencias de tour operadores ya alistan paquetes junto con los hoteles, para ser atractivos a potenciales clientes. La competencia es fuerte para todos los destinos, pero destaca que La Ceiba es el destino más completo en Honduras ya que le ofrece sol, playas, aventuras y naturaleza.
Además, las autoridades municipales y de salud indicaron que han trabajado en la instalación de cuatro salas de triaje y estabilización rápida en el edificio del antiguo hospital Atlántida, en el barrio Inglés, colonia Pizzaty y en el Gimnasio Azcona, en el Toronjal. También montaron un centro de aislamiento temporal en la sede del Club Deportivo Vida.
Además, en un comunicado informaron que se ha podido constatar que las empresas están cumpliendo con las medidas de bioseguridad para la protección de sus colaboradores y clientes.
UN LENTO REGRESO
En Tela, distante a 93 kilómetros de San Pedro Sula y a 304 de Tegucigalpa, perciben que la vuelta a la “normalidad turística” será un proceso lento. El fin de semana se observó poco movimiento en el “Deck”, mientras que los negocios en la playa lucían semivacíos.
Sin embargo, los emprendedores no se dan por vencidos. Geovanny Bardales, dueño del Hotel César Mariscos, ubicado a la orilla de la playa, dijo que han estado capacitando a sus empleados en aplicar las medidas de bioseguridad para atender a los turistas.
Prometió que, pese al impacto de la pandemia, no habrá aumento en los precios de habitaciones ni en los menús. Sin embargo, reconoció que por el momento a él se le dificulta tener ofertas por los altos costos que ha tenido al establecer medidas de bioseguridad y al apoyar a sus empleados, pese a la restricción en los ingresos.
“Hemos tenido que hacer grandes esfuerzos para no despedir al personal. He absorbido los gastos pagando, aunque no todo el pago, a los empleados, al menos un pago simbólico, ya que tenemos cinco meses inactivos, esperamos que esto mejore”, dijo el empresario.
Por su parte, Kenny Quintanilla, gerente del Hotel Casa Piedras del Mar, ubicado en Triunfo de la Cruz, expresó que han diseñado una serie de ofertas que han sido de mucha aceptación por los visitantes, razón por la cual han tenido un número importante de habitaciones ocupadas en los últimos días.
VIDA NOCTURNA
Giovanni Brocato, presidente de la Canaturh en Puerto Cortés, indicó que no es suficiente con la apertura de hoteles para la reactivación del negocio turístico, sino que es necesario encontrar una fórmula para revivir la vida nocturna, permitiendo el consumo en restaurantes, bares y discotecas.
Reconoció que les corresponde a ellos velar que esta apertura se realice con estricta vigilancia del tema sanitario, para que no se dé un rebrote y les toque volver a cerrar. “Ahorita el turismo se va a sentir un poco raro con la nueva forma de trabajar, pero la gente tiene que entenderlo para evitar contagios”, dijo.
Hasta ahora las autoridades únicamente les están permitiendo la venta de comida, pero solo para llevar o servicio a domicilio. Sin embargo, en el vecino municipio de Omoa si se observan algunos locales abiertos.
6.5 POR CIENTO es el aporte del turismo al producto interno bruto (PIB) del país. Esto equivale a una inyección de 40,000 millones de lempiras a la economía
Fuente: El Pais