Tegucigalpa,Honduras miércoles 29 julio 2020
Si antes de COVID-19, el oxígeno no era noticia destacada en los medios, tampoco en el diario vivir porque todos respiramos, pero nunca nos detuvimos a pensar en el valor que tiene para la vida.
Estuvo todo el día conectado, se recuperó y lo mandaron para que estuviera en cuarentena en su casa. El hombre al pasar por la oficina del hospital preguntó, ¿cuánto es lo que debo por 24 horas del tanque de oxígeno? La enfermera le dijo, usted debe 200 dólares; el hombre rompió en llanto para sorpresa de todos. Todos se dijeron, este hombre no tiene los 200 dólares, no puede pagar. Le preguntaron, ¿señor por qué llora, no puede pagar? El hombre dijo, sí, puedo; tengo los 200 dólares y mucho más, lloro porque si por un día de oxígeno me cobraron 200 dólares, no me imagino lo que le debo a Dios por 80 años de poder respirar gratis”.
Janeth Caselin, citando su principal fuente de información científica WWW.cinciamx.com. Al dar referencia sobre este vital elemento para la sobrevivencia humana, detalla lo siguiente: “Es muy común que la mayoría del oxígeno que respiramos proviene de los árboles y selvas, sin embargo, los ecosistemas terrestres producen solo el 28% del total que se produce en la tierra.
De acuerdo con estudios realizados, al menos el 70% es producido por plantas marinas. El océano produce oxígeno a través de las plantas fitoplancton, algas marinas, algas y plancton que viven en el océano. Estas plantas producen oxígeno como un subproducto de la fotosíntesis, un proceso que convierte en oxígeno, carbono y luz solar en azucares que el organismo utiliza para obtener energía.
Fuente: La Tribuna