Tegucigalpa, Honduras jueves 30 abril 2020
EL PROYECTO SERÁ DONADO AL MARIO CATARINO RIVAS
Un médico internista, un estudiante de medicina de quinto o sexto año e inclusive familiares, deben de dar ventilación manual por largas jornadas que pueden durar hasta más de seis días para que pacientes en estado crítico con COVID-19 puedan seguir con vida, es una de las experiencias que uno de los médicos internos ha vivido y que le permitió desarrollar un proyecto que salvará la vida de muchos que se encuentran hospitalizados.
Se trata del médico Carlos Guillermo Caballero, quien estuvo en la sala de Emergencias y de Cuidados Intensivos del Hospital Mario Catarino Rivas para dar asistencia médica a pacientes muy afectados de salud.
El galeno expresó sentir mucha preocupación al ver que en estos hospitales no se cuenta con el equipo suficiente para afrontar la pandemia que va en aumento.
“Mi preocupación creció aún más cuando mis compañeros internos y médicos residentes tuvieron que ser aislados porque en estas salas atendieron a pacientes que posteriormente dieron positivo con COVID-19”, declaró Caballero. Al experimentar las condiciones a las que se enfrenta el personal de salud y también los familiares de estos pacientes tuvo la idea de realizar un proyecto llamado SHALLK, que en maya significa “respirar”, al momento de materializar la idea se puso en contacto con su amigo Roberto Mena, quien es ingeniero en Mecatrónica y es así como desarrollaron el proyecto fusionando los conocimientos de ambas carreras.
Fuente: El Pais