Villa de San Francisco, Francisco Morazán
Ambiente festivo en el municipio de la Villa de San Francisco por su gran feria patronal en honor a la Virgen Candelaria donde se desarrollan las diferentes actividades culturales, artística y patronales de mucho entretenimiento para las familias como: la elección de la reina de la feria, juegos artificiales, fiestas bailables, el champotón, Hool campeche, comidas típicas, torneo de fútbol, juegos infantiles, karaoke, Roca de Reyes esta deliciosa rosca guarda varias figuras de niño que convierte a quien lo encuentra en el “Rey de la fiesta” y padrino de la “levantada del niño” también llamada día de la Candelaría el 2 de febrero. En otras palabras el afortunado está obligado espiritualmente a presentar el Niño Dios del Nacimiento de la Casa a la iglesia que esté más cerca y a organizar una gran tamaleada.
Historia
Según su historia este municipio que fue fundado el 22 de agosto de 1923 está situado en una zona bendecida por la madre naturaleza, El mayor orgullo de sus habitantes es la empinada montaña Capiru, una zona predilecta para practicar senderismo o simplemente para relajarse entre hermosos panoramas y cánticos de las aves.
Cada mañana los pobladores de la Villa de San Francisco se movilizan por la zona repleta de casas coloridas, calles empedradas e históricos edificios que datan de la época colonial.
En la División Política Territorial de 1896 era una aldea perteneciente al municipio de San Juan de Flores, hasta que el 22 de agosto de 1923 le dieron categoría de Municipio.
Lugares Turísticos
- Montaña Capiru (desde los pobladores practican el inusual deporte extremo Parateismo).
- Turistas practican ciclismo en la cima de la Montaña Capiru.
- Reserva Natural Cocagua.
Actividad económica agrícola
Se dedican a agricultura y ganadería siendo uno de los municipios con mayor producción de caña de azúcar, sandia y melón.
Gastronomía
Disfrutarás de deliciosa gastronomía; sopas de mondongo, tapado, bebidas tradicionales como el pozol del municipio.
Ubicación
A tan solo 60 kilómetros de Tegucigalpa, por una carretera totalmente rodeada de vegetación que invita a la desconexión del ruido cotidiano, se llega hasta la Villa de San Francisco, un rincón catracho donde se hallan los mejores tesoros, cordialidad, naturaleza y tradición.