Tegucigalpa, Honduras jueves 09 enero 2020
Las baleadas no pueden faltar en el menú de los hondureños, las exquisitas se venden sin un horario específico, los ciudadanos las consumen a cualquier hora del día y los vendedores estratégicamente se ubican en las orillas de las aceras de los lugares más transitados.
La tercera avenida es una zona popular en esta ciudad, las baleadas son un referente en este lugar. En el año 2004 en esta zona ya había varios negocios dedicados al rubro de las comidas.
Con una mezcla no solo en el nombre del negocio, sino que también en los alimentos, CatracHabana destaca las deliciosas baleadas, además de almuerzos y sándwich cubanos.
Bernarda Vásquez y Víctor Manuel Salgado son los propietarios de CatracHabana desde hace 16 años, están ubicados en la 12 y 13 calle de la tercera avenida.
Ella es hondureña, él de origen cubano, aseguró que llegó a Honduras en el año de 1998, porque la familia de su expareja es de este país, luego comenzó a trabajar en un negocio de venta de comida, ahí conoció a Bernarda quien era cliente frecuente.
“Ella quería poner un negocio y buscaba a alguien con experiencia, yo ya tenía conocimientos y ella el capital, así que nos asociamos y aquí estamos desde hace los años 90, en el transcurso de este tiempo las baleadas siguen siendo de las favoritas de los ciudadanos”, manifestó Salgado.
Desde las 6:00 de la mañana el negocio ya está abierto para atender a los que llegan en busca de las baleadas, también hacen desayunos y almuerzos. La clientela del lugar ha ido creciendo significativamente, los precios son accesibles y la comida exquisita, según Salgado.
“En ocasiones hago sándwich cubano, antes lo hacía más seguido, pero también trabajo como docente en una universidad privada de esta ciudad”, afirmó Salgado.
Doña Bernarda dijo que comenzaron en un espacio muy reducido y poco a poco fueron ampliando el local, afirmó que, aunque hay varios puestos de comida en esa misma zona, no han sido un obstáculo para crecer como negocio y que más bien les han permitido mejorar porque la competencia siempre es buena.
“Las baleadas es lo que más se vende porque es lo más cómodo, los precios van desde 10 lempiras hasta 13, 15 y más, depende de los ingredientes con que las pidan, los almuerzos cuestan desde 50 hasta 65 lempiras”, informó Vásquez.
Margarita Medina tiene 14 años de trabajar en el negocio y dijo que ha sido una experiencia muy buena al atender a muchas personas y que además ha tenido la oportunidad de hacer algunas comidas cubanas.
Fuente: El Pais