Jorge Mahomar, altruista hondureño

Tegucigalpa, Honduras domingo 01 septiembre 2019

Jorge Mahomar es un quijote de los niños de la calle, una labor que comenzó en 1982 a costa de su familia y sus bienes personales. Su labor silenciosa, pero efectiva, permitió salvar del vicio, la cárcel y la muerte a miles de menores refugiándolos en más de 30 hogares. De familia palestina acomodada, no es usual verlo en los medios, pero en los barrios y colonias de la capital es un héroe de carne y hueso. Un llamado de Dios y una tienda famosa de su padre, marcan el inicio de su historia.

Su papá tenía una tienda en la Calle Peatonal que se llamaba “México Lindo” ¿Qué fue de ella?
Hace poco cerró. Estaba en poder de mi hermano y la verdad que a quien le gustaba más el negocio era a mí, tanto así que cuando Jacobo Goldstein tenía su programa de televisión en los años setenta y como miraba el éxito de la tienda me propuso que pusiéramos una cadena de tiendas para varones, pero en eso ya Dios me estaba llamando para lo que hago. Y Jacobo bien arrecho me decía que mejor me hubiera hecho sacerdote.

¿De dónde vinieron sus padres?
Mi papá era de Belén Palestina y mi madre nació en Veracruz, pero de padres palestinos. Ellos vivían en Olanchito y se vinieron a la capital cuando yo tenía dos años.

¿Les iba bien en ese negocio?
Uy, esa tienda era una mina de oro como no tenés idea, pero mi papá la sabía llevar muy bien y yo. Era una tienda por departamento, no existía Carrion y Casa Huler cerró por ese tiempo, éramos los reyes en ventas.

¿Cuándo se desligó?
En 1982 ya Dios no me dejó en paz para servirle en esto.

¿Lo regañó su papá?
Primero, sí, fíjate. Todo mundo me decía que estaba loco, pero Dios me llamó. No era cuestión mía.

¿Cuántos años recogiendo niños de la calle?
Ya casi 40 años.

¿Cómo empezó?
Recibí el llamado de Dios y lo dejé todo.

¿Qué tipo de niños?
Niños en la calle, en mendicidad y drogadictos.

¿Cómo era ese trabajo cuándo empezó?
No tenés idea, nosotros controlábamos la calle, pero todo cambió cuando llegaron las maras a partir de 1998.

¿Qué hogares ha fundado?
Más de 30, por supuesto, que con la ayuda de otras personas. El primero lo fundé con Sor María Rosa en la aldea Las Anonas, El Hogar Diamante, que lo hicimos junto con Armida de López Contreras; de ahí la Casa Nazareth, los Hogares Don Bosco, La Casa Belén, Los Hogares CREA, más o menos 30 lugares.

¿Con cuántos niños comenzó?
Eran como 70 niños de la calle, a la fecha han pasado más de 70 mil niños por estos hogares.

¿Hubo algo que lo inspiró a trabajar con estos niños?
Nelson Beltrán, que fundó Casa Blanca, él me entusiasmó y ya Dios no me dejó tranquilo. Yo pensaba ayudar pero sin dejar los negocios, pero Dios me exigió que lo dejara todo, mi historia es como la del joven rico del Evangelio, aquel no quiso dejarlo todo porque tenía mucha plata pero yo, no, lo tuve que dejar todo para servir a Dios y no me arrepiento, lo único que duele es cuando te matan un cipote o cipota.

¿Cuántos le han matado?
Más o menos 30, especialmente, con la violencia reciente.

¿Cuál fue el primer hogar fundado?
Comenzamos con el Hogar Diamante con Armida de López, en el terreno que en un principio se lo querían donar a la selección de España 82, pero “Chelato” Uclés nos dijo que era mejor para los niños. Son 70 manzanas.

¿Dónde queda?
En Amarateca. Después, nosotros, como asociación, le donamos a la iglesia Católica, como 40 y pico manzanas donde está la colonia Divina Providencia.

¿Usted atiende todos estos hogares?
Yo he ido delegando los hogares porque no puedo con todos. Por ejemplo, Ana Melissa Paz dirige los Hogares CREA y Lorena Facussé se hizo cargo de Hogares Diamantes. Actualmente, estoy con un Hogar en Villa Adela, La Concordia, Asociación Puente al Desarrollo, atendemos a gente adicta, exmarera y gente de la calle.

¿Es fácil trabajar con niños de calle?
No tenés idea lo que he vivido. Son tantos años, me conoce tanta gente en todos esos barrios. Muchas veces, me sacaron armas y me pusieron pistolas, pero no es para hacerme daño.

¿Alguna anécdota peligrosa?
Una vez fui a rescatar a un muchacho a La Laguna, porque solo a mí me lo entregaban. Lo habían secuestrado las maras porque entró al barrio y se puso al tiro, como dicen ellos. Cuando llegué, yo dije: ¡Dios mío!, hasta aquí llegué, pensé que me iban a matar al ver un gatillero apuntándome con una 9 milímetro y otro con una escopeta. Creían que iba a llamar a la Policía. Me dio una compasión ver a esos muchachos de 17 años.

Para usted, ¿cuál es la principal causa del surgimiento de las maras?
Casi todos por casos extremos de defunción familiar, o sea, nacen en la Campo Cielo, sus madre es enferma mental, su abuela es la única que aporta, a las 10 años los reclutan las maras. ¿Qué oportunidades tiene ese muchacho? Así surgen las maras, las circunstancias de la vida los orilla a lo que son.

¿Usted cree en la rehabilitación de los mareros?
Lo que más me ha enseñado este camino es a no juzgar, perdonar siempre, tener amplitud con ellos porque no tienen la culpa, pueden ser perversos y todo lo que quieras.

¿En qué momento se descompuso el tema de las maras?
El problema comienza en Tegucigalpa después del Mich, pero en San Pedro Sula había comenzado en el 95 y nadie hizo nada para prevenirlo.

¿Cómo llegaron las maras a Honduras?
Como sabemos, las maras se originan en Los Ángeles y la traen aquí los migrantes deportados, en especial en Honduras, El Salvador y Guatemala. Con la radicalidad de los sandinistas, no permitieron que la ola llegara a Nicaragua.

¿Quién más trabaja con maras y niños de la calle?
En Honduras, hay mucha gente que está haciendo excelente trabajo como el padre Patricio La Rosa y el padre Eduardo Martin. El padre Patricio no hay quien le gane, fue condecorado por la reina de España, gestiona plata, tiene un centro educativo de primer nivel en la Nueva Capital. Casa Alianza desde 1987 realiza una excelente labor.

¿Ha rescatado muchos niños?
No tenés idea cuánta gente hemos sacado, eso es lo que necesita el país, un consejo nacional para la prevención y rehabilitación de maras y pandillas, que aglutine a toda la gente que conoce el campo, por desgracia, todavía hay mucha asociación entre las maras y la Policía, es delicado decirlo, pero todavía se da demasiado.
Hay quienes proponen una ley fuga porque es mentira que un marero se rehabilite, ¿está de acuerdo?
No. Como te decía, nosotros hemos rehabilitado a muchos, hay equipos especiales para tratarlos en la iglesia Evangélica y la iglesia Católica. El pastor Carlos Cerrato de El Pedregal es un ejemplo. Fue un marero y ahora comparte su testimonio. Si lográramos reunir a este equipo de personas en este consejo, la situación de las maras mejoraría radicalmente.

 

¿Cree que el sistema está produciendo más pobres?
Mira, el Fondo Monetario Internacional (FMI) impone sus recetas que más bien crean pobreza al obligar a los países pobres a quitar prestado. Cómo vas a creer que hayan pobres con la riqueza natural que tenemos, no debería existir ni un pobre, pero también hemos tenido gobernantes tan absurdos, tan inútiles, que seguimos en la misma situación y cada vez más endeudados. No debería ser así.

¿Hay interés de los gobiernos de ayudar a programas como los de ustedes?
En este gobierno, muy poco. Tuve colaboración fuerte con Carlos Flores, Ricardo Maduro, “Mel” Zelaya y “Pepe” Lobo, quien nos apoyó con 7 millones de la Tasa de Seguridad y 200 mil dólares de la OABI. Él fue a visitar los hogares y se tomó fotos como con 200 niños y me dijo que cuando dejara de ser presidente se dedicaría a lo mismo que yo. Esa ayuda nos permitió rescatar muchos niños, y con Aguas Ocaña anduvimos en una la gran labor, lo mismo con doña Mary, fundamos muchos hogares.

¿Por qué este gobierno no apoya?
Es que tienen otras prioridades, se las impuso el FMI, obligadamente, eso es lo que yo pienso. Tampoco se deja asesorar de la gente que sabe.

¿Es caro mantener estos hogares?
Sí, pero gracias a los muchos contactos, ahí vamos. Yo no tengo ni un cinco, ni siquiera un carro y ni una propiedad a mi nombre, nada, cuando pude haber tenido un montón de millones, pero tengo la amistad de mucha gente con dinero.

¿Quiénes son los donantes?
Colaboran muchos, no quiero mencionar empresarios porque son un montón.

¿Usted los visita para pedirles?
A todos, voy a las oficinas de todos, personalmente.

¿Cómo lleva este trabajo?
Mi vida es un estrés terrible porque hay que correr para que no maten a uno o al otro.

¿Conoció algún caso de muerte?
En el Hogar CREA, una niña se me escapó con un miembro de pandilla, pero la recuperé. A los días, se volvió a escapar, la contacté de nuevo, pero el marero la asfixió con una bolsa, era una muchachita de 16 años.

¿En qué consiste la rehabilitación?
A través de terapias, por ejemplo, Hogares Crea tiene 14 modalidades de terapia, es una metodología increíble. Como te repito, si se creara el Consejo Nacional y se convocara a todos los pastores y frailes, que tienen la metodología, se rescata el país, cien por ciento, seguro.

¿Y con la represión?
Es necesaria, pero hay que dar una salida porque son cipotes que no tienen la culpa de estar en maras. Es como un perrito, si lo maltratas, se vuelve bravo. Un muchacho de hogar desintegrado simplemente se va con las maras porque es su familia. Y aparte que hay mucha presión de las maras por reclutar cipotes desde los 9 años.

¿Ha aumentado la niñez en la calle?
No. el problema es de maras.

¿Qué haría el consejo, qué propone?
Trabajar con maras, darle protección a los que quieran salirse de las maras y ponerles una microempresa. En la CCIT hay un programa que capacita a exconvictos y exmareros rehabilitados para microempresas y les da 30 mil como capital.

¿Ha pensado salirse?
No, estás loco, para dónde me voy a ir, no tiene sentido salirse. Ya tengo más 60 años. A mí me gusta lo que hago, pero me ha costado mucho, el abandono de mi familia, tengo tres hijos, me ausentaba de la casa por mucho tiempo, eso fue lo más duro, pero ahora mucha gente que me encuentra me dice gracias a usted me salvé.

¿Por qué se mantiene lejos de los medios?
Es que no me gusta contar lo que hago, pero a veces es necesario para conseguir más ayuda, pero no tenés idea en los líos que me he metido. La Policía me llevó hasta preso, porque no me conocía y me hallaban rodeado de muchachos de la calle. Había mucha explotación de la Policía. En aquellos tiempo un policía me dijo que no vivía de su salario sino de lo que le daban los ladrones, descaradamente, eran aquellos tiempos de muchas ejecuciones.

¿Qué piensa de la violencia de las barras en los estadios?
El problema de las barras no es así por así. Eso viene desde los Holligans en Inglaterra y los hinchas de Argentina. Para mí, tienen que haber una decisión drástica, disolverse, porque tienen un pensamiento de violencia y predican la violencia.

¿Hay maras infiltradas?
No hay maras, yo conozco a los líderes de ellos, he trabajado con ellos. Por eso repito, deben tomarse medidas drásticas porque hasta sus cantos hablan de matar al otro por un partido ridículo.

¿Qué tanto colaboran los políticos?
No han funcionado, tampoco, yo no soy de la izquierda ni nada de eso, quiero un país como Estados Unidos con leyes claras para el que quiera trabajar, trabaje honradamente, haga su riqueza y genere empleo.

¿El desempleo favorece a la proliferación de maras?
Mucha de la violencia es por la falta de empleo. Y no hay generación de empleo con tantos impuestos del FMI. Debería haber una nueva bienaventuranza para el emprendedor y generador de empleo.

¿Qué le pediría a la clase política?
Tiene que haber renovación, personas que innoven con buena voluntad para sacar este país adelante, que no vayan detrás de nada, que no se afanen por tener tanto, porque es pecado tener mucho y no compartir.

¿Lo han invitado a entrar en política?
La vez pasada, Salvador Nasralla me llevaba de diputado pero no quise, soy hombre de Dios, aunque, si me lanzara, a mí no me gana nadie como diputado de Francisco Morazán, arrasaría con los votos, estoy seguro, pero no me gusta.

Fuente: La Tribuna