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Tegucigalpa, Honduras martes 30 abril 2019
La salud es el estado de bienestar físico, psíquico y social de las personas y un individuo goza de su buen estado cuando todas las funciones del organismo se desarrollan correctamente.
Para ello, el individuo debe gozar de una alimentación adecuada, a fin de tener un bienestar adecuado.
Los seres humanos necesitan para su funcionamiento, crecimiento y conservación sustancias vitales para su funcionamiento, los cuales provienen de una alimentación balanceada, que le permita mantener la salud.
La alimentación equilibrada, de acuerdo a los expertos en nutrición, consiste en la ingesta proporcional adecuada de cada nutriente, que consiste en los tres elementos básicos que son los carbohidratos, grasas y proteínas.
La investigación científica ha logrado aportar conocimientos en cuanto a las proporciones y cantidades recomendadas de consumo de estos nutrientes, así como la relación que hay entre dietas y enfermedades.
En toda dieta que se recomienda, contiene nutricionalmente unas cantidades apreciables de azucares (incluyendo la sacarosa) provenientes de frutas y vegetales.
El consumo de azúcar se ha modificado a lo largo de la historia. En sus primeras etapas su usaba con fines medicinales o para darse un capricho alimenticio. Hoy, sin embargo, su uso industrial y doméstico, se ha normalizado, convirtiendo el azúcar y sus derivados en elementos básicos de cualquier dieta equilibrada.
La sacarosa se encuentra en todas las plantas verdes y en las dietas aportan vitaminas y minerales esenciales.
El azúcar tradicionalmente ha sido víctima de opiniones por desinformación al definirla como “calorías vacías”, pero los expertos recuerdan que ninguna fuente de energía alimenticia se puede clasificar como “vacía”, ya que su aporte es requisito esencial en nuestra alimentación.
Diferentes estudios demostraron que las dietas con alto contenido de azucares no tienen en la práctica repercusiones adversa sobre la calidad de la dieta.
Un alto rango en la cantidad de azúcar (puede aportar desde un 4 a un 20 por ciento de energía, de acuerdo a varios estudios), de consumo se puede mantener la ingesta de micronutrientes.
Solamente la grasa desplaza al azúcar en muchas dietas y que muchos organismos aconsejan limitar para no provocar daños en la salud.
Como es normal en la vida, sólo el consumo extremo de azúcares, ya sean elevados o muy escasos, generan dificultades en la adecuación dietética, fundamentalmente por la escasa variedad en la elección de alimentos o un consumo reducido, especialmente en los grupos vulnerables como mujeres y niños.
De manera que una ingesta moderada de azúcares es compatible con la dieta, a lo que debe sumarse un aporte de fibra, vitaminas y minerales.
Fuente: El Pais
