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28-12-2017
“El Año Viejo” es un monigote elaborado con ropas u otros materiales usados y, generalmente, lo rellenan con artefactos explosivos para quemarlo a las 12:00 de la noche del 31 de diciembre próximo, simbolizando lo negativo que ha ocurrido durante el año y que recibe el año nuevo con esperanzas de un mejor futuro.
En cada país donde se celebra esta tradición, se queman muñecos de distintas maneras, ya sea relacionándolos con el área económica, política o social.
En esta ocasión, en Honduras la mayoría de las personas que participan en la elaboración de estos “pichingos”, los han relacionado con lo ocurrido en las recientes elecciones generales para presidente, diputados y alcaldes, aunque otros simplemente lo hacen para recolectar dinero y así comprar cohetes y morteros para detonarlos a la medianoche del 31 de diciembre.
La quema de los “Años Viejos” es a nivel nacional, especialmente en la capital. Para el caso en el sector de Altos de la San Francisco de Comayagüela, Maykel Flores y Armando Varela, elaboraron un muñeco que simboliza a los dirigentes políticos involucrados en el dilema electoral y con ello buscan quemar lo malo de la controversia.
Asimismo, en la colonia El Retiro de Comayagüela, un grupo de amigos armó un monigote que están llenando con cohetes para hacerlo explosionar a las 12:00 de la noche del próximo 31 de diciembre, lo cual es una tradición que mantienen desde hace varios años.
En esta oportunidad evitaron relacionar la quema con algún asunto en particular, pero lo destacable es que al muñeco lo vistieron con buena ropa y tenis poco usados.
Mientras, en la colonia “Henry Merriam” de Comayagüela, otro grupo de jóvenes diseñó un “pichingo” que representa los malos ratos que enfrentaron este año que muy pronto concluirá.
Fuente: elheraldo.hn
