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MARCOVIA, Choluteca. 16.10.2017
En 2017 se obtiene un récord que no se había alcanzado en 40 años, con la recolección de 63 mil 423 huevos de tortugas golfinas durante el período de veda en el Golfo de Fonseca, del 1 al 25 de septiembre pasado. El proceso continuará en noviembre próximo con la liberación de los neonatos o especies recién nacidas.
En biología la freza o desove es el acto de verter los huevos y espermatozoides por los peces y anfibios en su ambiente. Es también la nube de huevos que resulta de lo anterior. La mayoría de los animales acuáticos, que no son mamíferos acuáticos, se reproducen mediante el proceso de freza.
Según el director de la organización Progolfo, Luis Turcios, la cantidad de huevos de tortugas rescatados es un acto sin precedente y demuestra que los animales que llegaron a desovar fue gracias al apoyo de personas, agrupaciones pesqueras, empresa privada y del gobierno.
Turcios manifestó que la Secretaria de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente), bajo la dirección del ministro José Antonio Galdámez, también contribuyó en el éxito del proyecto tortuguero.
Entre los cinco campamentos tortugueros se recolectaron 63 mil 423 huevos en un período de 25 días.
El desove se desarrolló en cinco campamentos artificiales, Punta Ratón (24,939), Punta Condega (10,902), Cedeño (9,551), Boca del Río Viejo (11,416) y Carretales (6,615), con un total de 63 mil 423 huevos.
“Durante el período de veda del 1 al 25 de septiembre en el campamento de Punta Ratón llegaron a desovar 287 tortugas, 122 en Punta Condega, 110 en Cedeño, 79 en Carretales y 133 en Boca del Río Viejo”, afirmó Luis Turcios.
El funcionario confía en que haya natalidad del 95 por ciento de tortugas para noviembre próximo. Las personas primero ubicaban a las tortugas en la playa, luego procedían con la recolección de huevos y la siembra en campamentos artificiales.
“Honduras desde el punto de vista biofísico, especialmente en el Golfo de Fonseca, está siendo visto como santuario del desove de la tortuga golfina, la más pequeña del mundo. En su ruta migratoria desde la Patagonia (Chile), hasta California (EE UU), esa especie utiliza el Golfo de Fonseca como sitio de alimentación y desove”, acotó el experto.
Pescadores del Golfo de Fonseca y tortugueros que participaron activamente en la recolecta y cuidado de huevos recibieron raciones de alimentos.
En el trabajo de MiAmbiente recibieron apoyo de la Asociación de Pescadores del Golfo de Fonseca (Apagol), del Comité de la Defensa de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (Coddeffagolf), los tortugueros, la alcaldía de Marcovia y la empresa Luz y Fuerza de San Lorenzo (Lufussa).
Luis Turcios resaltó que los pescadores tienen una conciencia de respetar la veda de la tortuga golfina, además de participar en campañas masivas en educación ambiental, ya que la conservación del galápago es un punto importante en el equilibrio climático. (LEN)
Fuente: hondudiario.hn
