Intel se encuentra en medio de un intento por reavivar su máquina de fabricación de chips (que se encuentra muy tocada por la crisis mundial), además de construir un negocio de venta de software por segunda vez en menos de una década.

En los últimos meses, el director general de Intel, Pat Gelsinger, no ha sido tímido en cuanto a las ambiciones de ingresos de la empresa en materia de software. Por cierto, los ordenadores están a punto de subir.

En mayo, el consejero delegado se lamentó de la oportunidad perdida por Intel de monetizar muchas de sus tecnologías que se convirtieron en la base de la computación en nube con el paso de los años.