Veintiún años después de que la sonda Galileo tomara las últimas imágenes de Ganímedes, la enorme luna de Júpiter, la tecnología humana volverá a encontrarse este lunes con el gigante helado. Concretamente, la nave Juno de la NASA sobrevolará a las 19.35 (hora española) a tan solo 1.038 kilómetros de su superficie, siendo el acercamiento más próximo jamás realizado.
Ganímedes es más grande que Mercurio y es la única luna del Sistema Solar con su propio campo magnético, una suerte de ‘escudo’ que rodea al cuerpo celeste. Ganímedes se compone de silicatos y hielo de agua en cantidades aproximadamente iguales. Posee, además un núcleo fundido rico en hierro, lo que provoca que sea la única luna del Sistema Solar con su propio campo magnético. Además, los científicos sospechan que oculta un océano interno que puede contener más agua que todos los océanos de la Tierra juntos. Juno, alimentada por la energía del Sol, tomará imágenes del satélite, así como información acerca de su composición y detalles sobre su ionosfera, magnetosfera y la capa de hielo que recubre al noveno objeto más grande de nuestro vecindario cósmico.
Regiones claras y regiones oscuras
Los instrumentos científicos de Juno comenzarán a recopilar datos unas tres horas antes del acercamiento. Junto con los instrumentos del espectrógrafo ultravioleta (UVS) y el mapeador de auroras infrarrojas jovianas (JIRAM), el radiómetro de microondas de Juno (MWR) observará la corteza de hielo de agua de Ganímedes, obteniendo datos sobre su composición y temperatura.
«La capa de hielo de Ganímedes tiene algunas regiones claras y oscuras, lo que sugiere que algunas áreas pueden ser hielo puro mientras que otras áreas contienen hielo sucio -afirma Bolton-. MWR proporcionará la primera investigación en profundidad de cómo la composición y estructura del hielo varía con la profundidad, lo que conducirá a una mejor comprensión de cómo se forma la capa de hielo». Los resultados complementarán los de la próxima misión JUICE de la Agencia Espacial Europea (ESA), que observará el hielo utilizando un radar en diferentes longitudes de onda cuando se convierta en la primera nave espacial en orbitar una luna distinta de la de la Tierra en 2032.
Por otro lado, se realizará un experimento en el que la nave sondeará la tenue ionosfera de la luna joviana, la capa exterior de su atmósfera donde los gases son excitados por la radiación solar para formar iones, que tienen una carga eléctrica.