En lo más profundo de la Dark Web se comercia con drogas, armas, datos robados y dinero falso. DarkMarket era, según la Europol, el mercado ilegal más grande de esa web oscura donde los criminales pueden esconderse de la policía.

Una operación internacional coordinada por la Europol ha conseguido desactivar esta plataforma de compra y venta ilegal. La policía alemana ha sido la encargada de detener al que sería el responsable de mantener operativo el DarkMarket y de confiscar los 20 servidores donde se alojaban todas las transacciones que los delincuentes llevaban a cabo.

Cerca de 500.000 usuarios se daban cita en este mercado y se calcula que habrían podido realizar 320.000 transacciones a espaldas de las autoridades. Aquí se compraban productos robados como datos personales que se conseguían con ciberataques como tarjetas de crédito y contraseñas. También se comerciaba con drogas o virus informáticos y dinero falso.

Para pagar esas compras, los delincuentes han llegado a intercambiar unos 140 millones de euros actuales, en los que el dinero real se mezcla con las criptomonedas. Los bitcoins y otras criptodivisas ya se usan en muchas transacciones legales, pero siguen siendo un buen recurso para dificultar el rastreo del dinero a las autoridades.

Con la incautación de los servidores en Ucrania y Moldavia, las autoridades tienen una buena oportunidad de investigar a los compradores y vendedores que utilizaron este mercado ilegal para sus negocios. Toda esta investigación surge de otra en la que el foco de investigación era la empresa de alojamiento web Cyberbunker, según explican en The Guardian.

Cyberbunker se encontraba en un antiguo búnker de la OTAN y sus servidores han llegado a alojar páginas como The Pirate Bay y WikiLeaks. Operaciones como esta se han repetido en los últimos años y las autoridades han conseguido cerrar otras plataformas ilegales como Empire Market o Wall Street Market.

Los gobiernos y la colaboración internacional parecen estar consiguiendo poner en jaque todos estas páginas ocultas en la Dark Web, aunque en otro casos han sido los propios responsables los que han decidido echar el cierre y esconderse con el dinero conseguido por miedo a ser encontrados.