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Joven hondureña conduce tráiler en EEUU y da ejemplo de empoderamiento

Tegucigalpa,Honduras miércoles 14 octubre 2020

Andrea Ochoa es una joven hondureña que salió de su natal Choluteca, zona sur de Honduras, siendo una niña de 16 años en busca de mejores oportunidades en el extranjero y que hoy con 23 años de edad aseguró sentirse satisfecha de convertirse en conductora de un tráiler en Estados Unidos.

Ochoa relató para diario LA TRIBUNA que antes de emprender su viaje al extranjero laboró a los 14 años de edad en un programa juvenil para un canal de televisión en Choluteca, tiempo después, impulsada por la ilusión y esperanza de encontrar mejores oportunidades laborales emprendió su viaje a México, donde vivía su madre, lo que la hizo sentir cómoda y en familia.

Una vez instalada en tierras mexicanas, la joven experimentó el temor de la violencia y delincuencia que se vive en ese país, donde las mujeres y menores de edad son presas para los traficantes y maras, razón por la que junto a una tía, decidieron migrar a los Estados Unidos.

‘Tenía una tía que tenía planes para venir a los Estados Unidos, entonces ella me convence y me dice sí vámonos mira que así nos acompañamos las dos, las dos somos mujeres y así nos cuidamos una a la otra, yo te voy a cuidar’, relató.

La hondureña indicó que viajó igual que muchos migrantes, con sacrificio consiguió con familiares el dinero necesario para pasar la frontera de forma ilegal.

Andrea en su faceta como presentadora de televisión.

UN VIAJE TRISTE 

La hermosa catracha indicó que su viaje no fue nada fácil pues muchas veces se sintió cansada y sin energías para seguir con la travesía, incluso contó que como ella y su tía eran las únicas mujeres del grupo, los hombres las ayudaron y protegieron para lograr cruzar a EEUU.

‘Cruzamos la frontera y pues lamentablemente al grupo con el que yo iba a todos nos detuvo migración, fue un viaje muy triste la verdad, hubieron ocasiones en mi viaje en el que ya no podía caminar o correr, ya no tenía fuerzas para hacer nada, yo pensaba que me quedaría en cualquier parte del camino’, afirmó.

‘Gracias a Dios las personas con las que iba, que eran puros hombres y nada más de mujeres mi tía y yo, nos cuidaron, la verdad que teníamos miedo que nos hicieran daño porque éramos las únicas mujeres, pero gracias a Dios estas personas nos iban cuidando muchísimo a nosotras dos, yo siempre los voy a recordar porque esas personas me cargaron en algunas áreas para no dejarme tirada en cualquier lugar’, agregó.

La catracha contó que una vez entrevistada por los agentes migratorios se determinó que era una menor abandonada, pues ella les contó que su padre había muerto a los 9 años de edad y su madre no vivía en Honduras, por lo que se determinó que se encontraba en riesgo social.

‘El país (EEUU) se hizo cargo de mí, estuve durante tres meses en una casa hogar que se puede decir que fue como vivir en un internado y de ahí me mandaron a una familia que trabajaba para el Estado’.

Tras ese tiempo difícil, hoy se ha establecido en la ciudad de Grand Rapids, Michigan, EEUU, donde estudió y se encuentra a la espera de sus documentos como ciudadana estadounidense.

Fuente: La Tribuna

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