Tegucigalpa,Honduras sábado 22 agosto 2020
ILUSTRADORA Y MURALISTA DESTACA SU ARTE CON LAS MEJORES OBRAS
Aunque siempre viste de negro, su mundo es colorido, le basta una brocha, un pincel y una variedad de pinturas con los colores más extravagantes que le permiten plasmar el arte destacando las obras más memorables.
La sampedrana Andrea Carolina Guerrero comenzó realizando trabajos en los que dejaba ver su potencial artístico cuando apenas cursaba la educación primaria, pero fue hasta unos años más tarde que decidió emprender formalmente inspirando sus obras principalmente en mujeres.
“Desde que estaba pequeña he trabajado siempre en esto porque en la escuela yo hacía los murales, en los últimos años de esa época hasta me pagaban para que les hiciera los trabajos, luego comencé a estudiar Diseño Gráfico y en la universidad también hacía manualidades de papel, mezclaba pintura y vidrio, entre otros productos”, comentó Guerrero.
Los planes que tenía no eran los de estudiar Diseño Gráfico, porque aseguró que no le gusta pasar mucho tiempo sentada trabajando en una computadora, su inspiración era Diseño Industrial, pero por muchas situaciones no pudo salir del país y fue así como al final ha logrado realizar una mezcla de conocimientos entre diseño y pintura.
Mientras cursaba las clases de pintura en la carrera de Diseño Gráfico, dijo que ésta le abrió camino en el mundo de las artes, “ahí me enamoré de las técnicas, le agarré sabor a la carrera”.
La joven emprendedora también afirmó que otra de sus inspiraciones para las obras que realiza son el cubismo, fauvismo y el pop art.
“Para pintar uso acrílicos y canvas, las acuarelas con papel mural, con acrílico, pintura de pared, arte digital es con ilustrador y Procreate”.
Para crecer en el mundo de las artes en el año 2014 comenzó con productos proporcionales utilizando sus trabajos de manera digital por medio de sublimación que es un tipo de impresión especial de las nuevas tecnologías.
Los productos que Guerrero destaca son los cuadros, camisetas, tazas, portavasos, murales y en las últimas semanas ha tenido una fuerte demanda de mascarillas, sacando provecho en ventas para hacer de la pandemia del coronavirus algo positivo.
EL VALOR DE SU TRABAJO
“No tenía idea del precio de los trabajos, hasta que una amiga me ayudó y me dijo que los cuadros son muy bonitos y podrían costar más de lo valen otros en otras partes del mundo”, declaró Guerrero.
Reveló que el primer cuadro lo vendió por seis mil lempiras y el segundo por 16 mil, se quedó sorprendida del valor, actualmente los de tamaño tabloide cuestan desde 150 hasta 300 dólares en adelante.
Detalló que las tazas rondan entre 400 y 500 lempiras y si son personalizadas hasta en 700, las camisas ya existentes en 900, personalizadas 1,200, las mascarillas a 150 y 300 lempiras.
LA OSCURIDAD DETRÁS DE LA PINTURA
La parte irónica de la vida de Guerrero es que sus colores favoritos son el blanco y negro, por lo que casi siempre viste con estos tonos, en sus primeras pinturas también utilizó estos matices que ahora describe como parte de un pasado muy triste.
Reveló que para logar el éxito y poder vivir feliz haciendo lo que le gusta y dar vida a través de las pinturas coloridas tuvo que dejar atrás muchos sentimientos de tristeza, tras haber experimentado el divorcio de sus padres cuando apenas tenía ocho años de edad. “Fue una situación muy difícil porque me refugié en la pintura, atravesar por algo así me hizo despertar y saber que existo, me tomó mucho tiempo dejar toda esa situación atrás para poder ser feliz”, expresó Guerrero.
Manifestó que es la tercera de cuatro hermanos, actualmente está casada y tiene dos hijos, su esposo la apoya en todo su emprendimiento.
Fuente:El Pais