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Tegucigalpa, Honduras lunes 17 febrero 2020
*** “Yo soy de las que creo que los animalitos son de los que piensan y tienen alma, si lo único que no pueden es hablar, a veces me quedo sorprendida porque cuando pasan por aquí algunos me vienen a saludar, pero es la gracia de Dios que ha puesto en el corazón de uno”, compartió muy entusiasmada.
Hoy en día las peluquerías caninas se han vuelto un lugar muy frecuentado por aquellos que son amantes de los animales, volviéndose indispensable buscar salones donde garanticen el bienestar higiénico y saludable de sus mascotas.
Para esta noble profesión se destacan los expertos en peluquería de animales, utilizando las técnicas del “Grooming” que significa cepillar, preparar o arreglar.
Descubrió su pasión por los animales
Para descubrir un poco más de esta bonita profesión que pocas veces es ejercida por mujeres, visitamos hasta su área de trabajo a Ingrid Ochoa, una joven hondureña de 32 años originaria del municipio de Santa Lucia, Francisco Morazán, quien hace 5 años atraída por el amor de los animales labora para una clínica veterinaria en la capital de Tegucigalpa.
“Siempre desde pequeña mis papas tenían animales, desde entonces he tenido ese gusto y amor por ellos, primero tuve la oportunidad de trabajar en una tienda como dependienta, pero no me gusto, luego se abrieron las puertas para trabajar en una veterinaria donde me enseñaron el trabajo y desde ahí supe que eso era lo mío, ya ahorita ya llevo 4 años laborando como peluquera de perros y gatos”, dijo Ochoa.
Y es que trabajar y tratar con animales no es labor para todos, ya que para ejercer esta profesión no se ocupa de una carrera, sino de tener amor, paciencia, entrega y pasión por los animales.
Con el dinamismo que la caracteriza explicó, “tratar con los animales es mi pasión, es el amor que siento por ellos, bañarlos, cortarle uñas, cortarles y pelo, limpiar sus oídos porque todo eso es saludable para ellos”.
“Al principio mi experiencia fue difícil porque cuando venía un perro pensaba en qué corte le iba hacer, pero conforme iba pasando el tiempo ya en cinco meses ya sabía todo”, añadió.
Comentó, que bañarlos y cortarles el pelo no resulta difícil, pero que a la hora de vacunarlos si, porque toca agarrarlos con fuerza para que no se muevan.
“Hay que tener pasión por este trabajo, porque el animal es como un niño, uno tiene que saber adaptarse al carácter del perro, y si no sabe el carácter del perro lo ataca, a mí me han mordido perros, pero no cuando les corto el pelo, sino cuando van a veterinaria que toca agarrarlos fuerte para vacunarlos, pero no mordeduras graves, sino que leves”.
Los animales también sienten
Con la experiencia de su trabajo se ha robado el cariño de las mascotas que visitan la clínica y peluquería, descubriendo que los animales al igual que los seres humanos tienen sentimientos y tienen alma, y que lo único que los diferencia es que ellos no pueden hablar.
“Cuando vienen a la veterinaria ellos piensan que uno no los va maltratar, algunos ya saben a lo que vienen ellos demuestran el amor en uno, y uno hacia ellos, yo soy de las que creo que los animalitos son de los que piensan y tienen alma, si lo único que no pueden es hablar, a veces me quedo sorprendida porque cuando pasan por aquí algunos me vienen a saludar, pero es la gracia de Dios que ha puesto en el corazón de uno”, compartió muy entusiasmada.
Con la energía y el carisma que la define, Ochoa mencionó que se considera una mujer amante de los animales, fuerte, luchadora, paciente, con ganas de salir adelante para sostener su hogar.
Asimismo, aconsejó que los que quieran ejercer esta labor deben quitarse los miedos y el asco, porque lo que necesitan los animales es comprensión, pasión y amor.
De igual forma sugirió a los dueños de animales que siempre mantengan cuidadas a su mascota, porque requieren de mucho cuidado, “siempre busquen un lugar donde no maltraten a sus perros, que busquen el lugar idóneo donde ellos puedan sentirse a gusto y les brinden una atención de calidad”.
Fuente: hondudiario
