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A partir de septiembre se vienen las noches más largas que los días

Tegucigalpa, Honduras lunes 19 agosto 2019

En las próximas semanas, la gente puede llegar a sentir más “modorra” para levantarse y no es para preocuparse, sino que se trata del efecto de la llegada del otoño, cuando las noches duran más que el día.
Eso se debe a una normal baja de las temperaturas y una disminución de horas de luz decisorias en la calidad y la cantidad de sueño y el cuerpo debe adaptarse al cambio de estación.

Al respecto, el profesor de la astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Adán Artola, explicó que con debido a las estaciones del año hay esas variaciones en la duración del día con respecto a la noche.

Toda esa variable inició el 15 de agosto con el paso del Sol por el Cenit o el punto más alto en el cielo con relación al observador y se encuentra justo sobre la cabeza de este.

Es decir que es cuando el denominado “astro rey” pasa justamente sobre nuestra cabeza o que va a tener su mayor elevación del año. Se trata de un cruce donde no se proyecta sombra lateral en las personas. Eso ocurrió ayer a las 11:53 de la mañana.

Justo pasa en el solsticio de verano (cada uno de los dos puntos de la eclíptica en los que el Sol está en el punto más alejado del ecuador celeste), esto quiere decir que el “astro rey” va en su movimiento hacia el sur debido a la rotación de la Tierra y eso significa que ya vamos al equinoccio de otoño.

AL OTOÑO

“Con ello entramos al otoño que inicia el 22 de septiembre, cuando la luz del Sol no viene directamente sobre nosotros y la luz del día es menor, es decir que la noche durará más que el día”, detalló Artola.

Después de pasar el solsticio de verano del 20 al 21 de junio, el Sol va hacia el sur y va bajando la duración del día.

En la actualidad, la salida del Sol es a las 5:35 de la mañana, y el crepúsculo, puesta u ocaso, es a las 6:32 de la tarde. Así, se irá reduciendo la luz del Sol, cada vez se irá y va ir anocheciendo más temprano.
Así, el académico universitario señaló que después del 22 de septiembre la salida del Sol será a las 5:38 de la mañana y la puesta a las 5:50 de la tarde.

Conviene precisar que los equinoccios (momento del año en que el Sol forma un eje perpendicular con el ecuador y en que la duración del día es igual a la de la noche en toda la Tierra) determinan los cambios de estación.

Las estaciones del hemisferio norte son cuatro, que duran tres meses cada una, del 20 al 21 de marzo es la primavera (cero grados de inclinación del Sol), del 21 a l 22 de junio, el verano (23.5 grados de inclinación norte), 22 al 24 de septiembre otoño (cero grados de inclinación) y del 21 al 22 de diciembre (con 23.5 grados al norte).

En la actualidad, el ocaso se registra a las 6:32 de la tarde y a partir del 22 de septiembre próximo se ocultará a las 5:50 de la tarde.

EXPERTO
Los más afectados ancianos y niños

Especialistas en salud, reconocen que el cuerpo humano es como un reloj biológico y en esta ocasión deberán adaptarlo a los nuevos horarios.

El doctor Alejandro Guillén-Riquelme, de la cátedra de Investigación del Sueño de la Universidad de Granada, señaló que “el cambio de hora afecta al ritmo circadiano, una especie de ‘reloj’ interno gracias al cual el cuerpo se prepara para realizar distintas actividades a lo largo del día; así sentimos hambre a la hora aproximada a la que solemos comer o sueño en las horas cercanas a la de dormir”.

“Con el cambio de hora nuestra exposición a la luz varía y nuestro ritmo biológico es susceptible a descontrolarse. Además, el reloj interno está directamente relacionado con nuestras costumbres. En condiciones normales, siempre tendemos a dormirnos a la misma hora de la noche, por lo que retrasando la hora, nuestro organismo no identificará inmediatamente el cambio, y necesitará una adaptación paulatina”, explicó.

“No es que nuestro organismo sufra consecuencias graves, pero notarse, se nota. Y de entre los afectados, los que más sufren los efectos del cambio de hora estacional, son los ancianos y los más pequeños, porque suelen llevar rutinas más marcadas”, relacionó.

Fuente: La Tribuna

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