Socializan plan de rescate de la ENEE

El plan de rescate del sector eléctrico consta de tres componentes a implementar a mediano y largo plazo, con el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que resulta necesario para intercambiar la deuda histórica de la estatal eléctrica mediante un préstamo puente.

Los alcances del plan “maestro”, fueron presentados de forma breve ayer por el coordinador del Gabinete Económico, Marlon Tábora, a la cúpula empresarial en una reunión privada que se postergó toda la manaña.

Durante el encuentro, los representantes de la Comisión Reguladora de Energía (CREE) aprovecharon para explicar las razones del alza de 10.89 por ciento a la factura, vigente a partir de este mes como parte de la revisión trimestral de tarifas y que acerca al costo real del kilovatio hora.

En cuanto al plan “maestro”, el primer componente consiste en el rescate de la institucionalidad ligada al sector eléctrico del país, empezando porque la ENEE y la CREE funcionen, la primera como un ente regulador y la segunda un holding dividido en cuatro empresas de sociedad anómina e independientes.

Tábora les explicó a los empresarios que, para tal fin se propone que ambas instituciones funcionen de forma autónoma con presupuestos y funciones diferentes para que puedan contar con espacio de maniobra en el proceso de recuperación del sector energía.

En este apartado, el plan busca evitar los cambios repentinos de los gerentes y demás autoridades de la estatal eléctrica y de la CREE, respectivamente, que han sido una norma en los últimos gobiernos.

NACE OPERADOR DEL SISTEMA
En el segundo acápite se crea la figura del Operador del Sistema, que se encargará de despachar o subir a la red, la energía que se requiera en determinado momento, en base a criterios técnicos velando por los intereses de país y también de forma independiente.

Para el sector privado es urgente la creación del ODS, en virtud tal que en este momento se desconoce cómo y quiénes se encargan de despachar los flujos de energía a lo interno de la estatal eléctrica.

El tercer y último componente del plan de rescate se refiere a la escisión de la ENEE en tres compañías, donde la estatal eléctrica pasará a ostentar las acciones de cada una las empresas; de generación, de transmisión y de distribución.

A este punto se le agregá el tema de la liberalización del mercado eléctrico, pero se necesita de una institucionalidad fuerte que sea capaz de impartir medidas que respeten cada uno de los actores por conflictos de intereses que se susciten en este proceso de estructuración y modernización del sector eléctrico hondureño.

PIDEN ACELERAR REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS
El plan de rescate también incluye el reperfilamiento de aproximadamente 2,400 millones de dólares que forman parte de la deuda histórica de la ENEE y pasar este monto a plazos largos y a tasas concesionales.

Los empresarios apoyan el plan de rescate, de acuerdo al presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, también “pasa por la reducción acelerada de las pérdidas” técnicas y por robo que oscilan entre 30 a 32 por ciento.

Por otra parte, los empresarios rechazan el aumento de las tarifas. Sikaffy dijo que “el país no puede pagar las ineficiencias técnicas ni administrativas de la ENEE. La posición nuestra es que estamos en desacuerdo con el aumento, porque encarece la vida de los ciudadanos”.

Además, porque “saca de competitividad a las empresas. Creemos que el país no puede pagar las ineficiencias técnicas ni administrativas de la ENEE, bajo ningún punto”. El aumento representará un ingreso cercano a 90 millones de dólares anuales.

LA TORMENTA PERFECTA
Para los empresarios esta es la tormenta perfecta en pleno verano, ya que al incremento de la factura eléctrica se suman diez alzas consecutivas a los combustibles, más el pago de impuestos el 30 de abril lo que pone en aprieto las finanzas de las empresas.

“Son golpes demoledores a la economía y de hecho estamos entrando a una recesión que nos preocupa”, prosiguió que el crecimiento económico del país se viene desacelerando desde el año anterior y para el 2018 se prevé que el PIB crecerá al 3.3 por ciento, inferior al 3.7 del año precedente.

“Durante tres años seguidos hemos venido desacelerando la economía y eso sí que nos preocupa a nosotros como sector privado y que caigamos en una recesión”, puntualizó el presidente de la cúpula empresarial. (JB)