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Tegucigalpa Honduras 19 marzo 2019
No solo los grandes empresarios se asocian para emprender y administrar una empresa, también de forma empírica lo hacen algunos pobres que se unen para susbsistir, tal como lo han demostrado dos jefes de familia, quienes se “han hecho un nudo” lavando carros para poder sobrevivir junto a sus vástagos.
Hace más de 20 años, Arturo Barahona Zepeda (60) y Marlon Toledo García (55) decidieron aliarse para lavar vehículos a la orilla del bulevar Fuerzas Armadas, en un sector de Comayagüela, donde del cerro sale una vertiente de agua que forma pozos, lo que ellos consideran como una bendición.
Estos dos varones, además de sostener a sus hijos lavando carros, también le dan la oportunidad a jóvenes con desempleo para que se ganen la vida honradamente, a tal punto de ser considerados como ejemplares al celebrarse este 19 de marzo el “Día del Padre” en Honduras.
La mayoría de lavacarros viven en la pobreza extrema, pero gracias a la vertiente y a los pozos, han encontrado una manera de seguir subsistiendo junto a sus parientes.
A pesar de que Arturo Barahona Zepeda, es de la tercera edad, lava muy bien los vehículos, así ha llevado sustento a los hijos que no engendró.
“ESTA GRAN MUJER TENÍA TRES NIÑOS, PERO SON MIS HIJOS”
Arturo Barahona Zepeda, residente en la colonia Vista Hermosa Centro de Comayagüela, hace 24 años se juntó con Idalia Díaz Coello (60). “Esta gran mujer ya tenía tres hijos cuando formalizamos la relación, pero yo los crié como si fueran mis propios hijos, a los que aún quiero mucho, a pesar que ya se independizaron, tal como dice un refrán -padre no es el que engendra, sino el que cría-”.
Los tres hijastros de Barahona Zepeda, son; Ericka Johanna (24); Ingrid (34) y Oquelí Leónidas (38), todos de apellido Vivas Coello. Lamentablemente su único hijo biológico que procreó con su anterior pareja, se lo mataron, relató muy compungido.
“Mi vida ha sido muy dura, y a pesar de todo el esfuerzo que hice para que ellos estudiaran, no se pudo, porque de los tres solo una de las muchachas cursó el primer año de educación media, pero hasta allí llegó, todo por la falta de dinero”.
Pese a ello “sigo luchando para poder vivir unos años más, pero esto está muy difícil porque cada día los precios de la canasta básica van para arriba, y no digamos el recibo de la energía eléctrica”, lamentó Barahona Zepeda.
“Imagínese que para poder comer, debemos lavar carros los siete días de la semana, aunque estemos enfermos tenemos que hacerlo, porque sino, nos morimos de hambre”, prosiguió relatando el padre ejemplar.
Para poder lavar rápido los autos, Arturo y Marlon son apoyados por los demás jóvenes, que támbien necesitan ser ayudados por las personas de “buen corazón”.
OPORTUNIDADES PARA LOS JÓVENES
Aparte de estos dos padres, allí laboran los jóvenes, Selvin Agenor López (25), residente en la marginal colonia El Manzanal; Gerson Osorio (32), residente en la colonia 21 de Febrero; y Wilmer Omar García (40), quien en ocasiones consigue trabajar en taxis, y un cuarto jóven conocido solo por Mario, que actualmente está enfermo, dijeron sus compañeros.
Algunos de estos muchachos también son padres de familia, los que al igual que Arturo Barahona Zepeda y Marlon Toledo García, esperan que los clientes lleguen desde las 6:00 de la mañana, hasta las 6:00 de la tarde, y a pesar de su enorme esfuerzo, todos viven en la pobreza extrema, porque apenas hacen para lo básico.
Wilmer Omar García, sobrevive junto a su familia, gracias a la oportunidad que ha encontrado aquí lavando carros. En ocasiones consigue unos cuantos lempiras jalando pasajeros en un taxi.
SEGUNDO PADRE LUCHADOR Y EJEMPLAR
El segundo padre luchador, Marlon Toledo García (55), quien procreó tres hijos con su compañera de hogar Mirna Suyapa Aguilar Toro (49); sus hijos son; Marlon Amílcar Toledo (28), ya está casado; Yuyin Leonór Toledo (17), estudia el noveno grado, y José Orlando Toledo (12), que cursa el quinto grado.
“En este lugar lavo carros desde inicios de 1998, y comencé porque estando sin empleo, todos los días pasaba por aquí, cuando me dirigía para el cuarto que alquilo en este sector llamado Los Pozos y miraba que Arturo Barahona Zepeda lavaba vehículos, por lo cual, un día de tantos le pedí que me diera chance trabajar al lado de él”.
Entonces, “de inmediato me dijo que sí, luego me puse a buscar donde hacer un pozo, y al poco tiempo lo logré, y desde ese año hacemos estas mismas labores para sobrevivir”, recordó Marlon Toledo García. “El primer día, mi amigo Arturo, me dijo -mire Marlon, lave este carro- Me prestó una franela,y un balde plástico”.
La situación económica se ha complicado, pues aseguran que hay días que no hacen ni para comprar los frijoles.
Además, “me regaló un poco de detergente, al tiempo que me orientó a como hacerlo y a pesar de toda su colaboración, lavar mi primer vehículo me costó un mundo y así poco a poco, me fui adaptando, por lo menos comencé a llevarle algo de comida a los niños. Esa era mi mejor satisfacción para seguir limpiando y lavando carros”.
El centro de trabajo de estos padres se ubica al lado de un barranco que colinda con la residencial Centroamerica, sobre el bulevar de las Fuerzas Armadas, donde dan brillo a los vehículos y a precios bajos.
Las personas nobles que deseen colaborar con estos dos padres y los jóvenes del lavadero de carros, pueden llamar al número telefónico 9857-3186 de Arturo Brahona Zepeda y al 2209-0163 de Marlon Toledo García, también los pueden visitar en el lugar antes indicado para colaborar con ellos.
DATOS:
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la Población Económicamente Activa en Honduras (PEA) es de cuatro millones; de ellos 2.4 millones son hombres y 1.6 son mujeres; unos 2.2 millones de los puestos de trabajo están en el área urbana y 1.8 en la zona rural. Los datos indican que a pesar que los hombres son estigmatizados de ser iresponsables con sus hijos, siguen siendo el sostén principal de millones de hogares en Honduras.
Fuente:La Tribuna
