Tegucigalpa, Honduras 12 de marzo del 2019
*** Este sitio es rico en la presencia de una gran cantidad de petroglifos y algunos elementos en pictografías.
El sitio de Las Cuevas Pintadas de Ayasta, ubicado en el Departamento de Francisco Morazán, Honduras, está conformado por cuatro abrigos rocosos, dispuestos tres de ellos en un mismo conjunto, mientras que el cuarto paredón se encuentra frente a estos últimos.
Este sitio es rico en la presencia de una gran cantidad de petroglifos y algunos elementos en pictografías. La figura predominante es la antropomorfa y ésta, a su vez, presenta una rica y variada gama de representaciones de la figura humana, con ciertos rasgos repetitivos en cuanto a su conformación.
Una enorme boca se abre entre el imponente cañón que más que tragarse nuestra atención quizá se embute la historia. De un lado se puede apreciar un mundo lleno de luz buena o mala, no lo sé; del otro, la oscuridad abre la ronda de misterio y asombro.
Entre Santa Ana y San Buenaventura, se esconde un boquete que guarda una de las colecciones de arte rupestre más significativas de Honduras, pero a la vez tan irrespetadas por la ignorancia que nunca deja de ser atrevida.
Predominan sobre las paredes calizas el antropomorfismo (dibujos de humanoides, intentos sicológicos de plasmar las visiones que guarda el cerebro cuando ven algo por vez primera), lienzos cuyos farallones, peñascos y, sobre todo, abrigos rocosos como grutas, únicos elementos de entonces para contarle a la historia que el humano pasó por aquí.
Fuente: hondudiario