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Tegucigalpa,Honduras 28 enero 2019
**La cultura sirve para humanizarnos
**Los medios de comunicación en su mayoría no abren espacios para la cultura
**Médicos estadounidenses conocen, valoran y elogian los grupos artísticos del folclore nacional.
AUTOR: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email:luisgoyuela15@gmail.com
DANLÍ, El Paraíso. Son pocos los medios de comunicación que abren espacios a la cultura en sus diferentes manifestaciones, no es el caso particular de LA TRIBUNA, que a través de diferentes secciones refleja un concepto diferentes sobre un tema tan importante como la cultura.
“La cultura permite distinguir el modo de vida de una comunidad. Incluye conocimientos, creencias, arte, moral, leyes, costumbres y otras capacitaciones y hábitos adquiridos por los seres humanos. La cultura nos hace, nos delimita, nos moldea. Es el producto de la acción educativa de la familia y de otras instituciones, como la escuela y en forma especial los medios de comunicación, Estos son expresión y reflejo de identidades colectivas y sirven de puente entre los agentes culturales, las obras y el público. Son, en definitiva, mediadores culturales.
Un detalle muy importante para la difusión de la cultura, no tiene nada que ver si el medio lo permite, salvo en el caso que sea muy cerrado a la difusión de eventos culturales porque a criterio de algunos, la cultura no vende, sin embargo, habrá que reconocer que son muy pocos los periodistas que cubren una nota de esta naturaleza.
En muchos casos, se observan la comercialización y homogeneización de los productos culturales difundidos a través de los medios de comunicación: se busca lo atrayente, lo interesantes para las mayorías y los más respaldado por otros actores culturales. Las nuevas tecnologías y la economía de mercado están cambiando perfiles y formas de trabajo, están aumentando los públicos, pero al mismo tiempo atrapan el universo social en una esfera homogénea y global
Se observa un retroceso de lo cultural ante lo farandulero, e incidencia de personas que creen que basta con planear ciertos enfoques para ser periodista cultural. El resultado es lo contrario al periodismo cultural, a la curiosidad o incluso al placer que comunica el arte de informar.
Al principio del siglo XXI el pensamiento personal y social, cada vez más, dependen de los medios de comunicación masivos. El progreso depende del grado de información veraz y oportuna que se recibe y como se procesa y asimila.
De aquí la importancia de la producción y procesamiento de la información para la superación de los conflictos de nuestra sociedad. No es solo la cantidad de información la que propicia el desarrollo, sino especialmente su calidad. Más que torrentes de información masiva, se deben elaborar respuestas informativas acordes con las prioridades de nuestra sociedad”. Lo anterior es un enfoque directo de Fidelia Navarro Rodríguez, sobre la cultura del periodismo.
“De hecho habrá que reconocer que los medios de comunicación tienen un papel central. Frente a la tradicional acción del sistema escolar y religioso, la televisión y la radio (especialmente en el medio rural) se han convertido en la principal red educativa capaz de difundir, valores, actitudes, hábitos y conductas. Es imprescindible el desarrollo de una cultura basada en los derechos humanos, en la tolerancia, comprensión, aceptación y respeto a la diversidad”. (Manual para el uso no sexista del lenguaje) Venegas, Paki-Perez Cervera.
Por años y quizá por desconocimiento de la historia a Danlí se la ha considerado como la “capital de la cultura”, en honor a la verdad no es así. Hemos retrocedido en todos los campos. En lo social, educativo y económico, la violencia y la pobreza van ganando terreno. En lo cultural se hacen esfuerzos para un renacimiento cultural a través del voluntariado, sin embargo, remando contra la corriente.
Es interesante como las personas que visitan Danlí desde el exterior, por ejemplo las brigadas médicas una vez concluida su jornada de trabajo atendiendo miles de pacientes enfermos de todo, no les llama la atención salir por la noche a divertirse entre la jungla de cemento, calles atestadas de basura y sonidos estridentes, ellos piden eventos culturales, quieren conocer de nuestra música y así lo han pedido por dos años consecutivos a la Casa de la Cultura.
Volviendo al tema de la cultura y los medios de comunicación, hechos como estos no deben pasar desapercibidos entre los extranjeros que nos visitan. Honduras es un país bello, con gente buena que todavía abriga la esperanza de vivir en paz, pero mientras la cultura de la violencia, la inseguridad y la corrupción continúen acaparando las portadas de los diarios y los titulares de la televisión, seguiremos mostrando al mundo que somos un pueblo sin el mínimo concepto de la solidaridad.
El pasado miércoles un grupo de misioneros cristianos estuvieron disfrutando de una noche cultural. “No querer cantantes, queremos ver como bailan los niños y los jóvenes”, fue la petición de los visitantes, lógicamente que fueron complacidos con la presentación del cuadro de danza folclórica del instituto 5 de Noviembre del municipio Teupasenti, gracias al apoyo de la alcaldía municipal de aquel término a través de la vicealcaldesa Mercedes Palma.
Para los médicos norteamericanos las presentaciones de los cuadros de danza folclórica, no solo fue una noche de relajamiento al salirse de la rutina, sino de conocimiento de rasgos históricos de Danlí, además del talento de los jóvenes adolescentes, cuya presencia en el escenario causó buena impresión entre los visitantes que los premiaron con sus aplausos.
El cuadro de danza folclórica de Teupasenti que acertadamente coordina la maestra Xiomara Amaya y David Herrera, tiene un excelente historial, es ganador de certámenes de danza a nivel nacional e internacional, es fruto del esfuerzo de la institución educativa, de los padres y los docentes que los dirigen. También participó el cuadro de danza Aparu-Taibiru de la Casa de la Cultura, bajo la dirección del Bayron Zavala y la coordinación de Erika Rodríguez.
Fuente: La Tribuna
