23.04.2018
Hasta la fecha, Crédito Solidario ha otorgado 971 millones en préstamos a 130 mil hondureños emprendedores que han podido realizar sus sueños, despegar económicamente, fortalecer sus negocios y generar empleos.
La familia Villalobos es un buen ejemplo de los alcances de este programa gubernamental, pues recibió un préstamo de 250 mil lempiras que le permitió comprar insumos y trabajar en lo que será (muy pronto) su propio plantel de producción de vinos.
“El programa Crédito Solidario nos dio ese préstamo y así estamos construyendo nuestra primera sede y de paso subimos de 6 empleados a 18”, le contó Gary Villalobos Molina al mandatario Juan Orlando Hernández durante un conversatorio con productores que se realizó en Casa Presidencial.
“Nuestra empresa nace como algo familiar, somos 12 socios. Pero necesitábamos crecer. Pudimos enlazar con Crédito Solidario y nos dio el financiamiento. Anteriormente alquilábamos, pero ahora tendremos nuestro propio local”, le dijo, por su parte, don Isaúl Villalobos a Hernández.
Unos días después de ese conversatorio un equipo periodístico fue a Siguatepeque a buscar a estos dos emprendedores hondureños para conocer un poco más de su inspiradora historia.
Se les puede encontrar en una de las partes más altas de la ciudad de Siguatepeque, Comayagua, en medio de una espesa parcela de pinos donde preparan uno de los mejores vinos que se venden en Honduras: “Traicionero Catracho”.
Isaúl Villalobos y su hijo Gary se aventuraron a crear la empresa familiar Asociación de Productores y Destileros de Vinos y Licores (Aprodesvab).
UN ÉXITO
“¿Por qué Traicionero Catracho?” se le preguntó. Gary confiesa que “lo bautizamos como Traicionero Catracho por recomendación de un primo después de haberlo degustado”.
“Traicionero Catracho” es dulce y no como otros vinos tradicionales que son semisecos y extrasecos. El de nosotros es sabroso para el paladar -agregó-.
Sin embargo, Gary cuenta que “Traicionero Catracho” sólo es la marca, pues los derivados son los vinos de Uva Tinto, Uva Blanco, Vino Rosa a base de fresa, Vino de Papa y un destilado de miel de caña. Es una empresa familiar que genera catorce empleos directos y cuatro indirectos. “Pero nuestra idea es seguir creciendo con nuestro negocio y en un futuro cercano podremos hablar de unos 30 empleos directos y otros más indirectos”, agrega don Isaúl.
Ante la necesidad de un empleo en el municipio de Potrerillos (Cortés), Gary pensó en la creación de una empresa licorera que les permitiera asegurar su futuro y el de la familia. Su pensamiento se lo compartió a su padre, quien acepta que al principio tuvo sus dudas, pero luego comprendió que debía apoyar a su hijo. Reconoció don Isaúl que al principio fue difícil porque los demás familiares no entendían lo que ellos (padre e hijo) soñaban, y de lo que tenían en la mano: Traicionero Catracho.
Después de tener la aceptación de la familia, comprendieron que tenían que cambiar de ciudad, pues lo caluroso de Potrerillos contrastaba con la elaboración de los vinos.
“La frescura de Siguatepeque era el lugar indicado”, dijo don Isaúl, por lo que emprendieron viaje a la meseta, donde encontraron un terreno apto para el trabajo.
Primero se instalaron en un predio cercano a la carretera CA- 5, donde alquilaban, pero luego pensaron en construir su propio plantel en las alturas del altiplano.
“En este momento solo tenemos esta bodega donde preparamos los vinos y en nuestras casas (muy cerca del lugar) tenemos los barriles con el producto fermentado, donde es envasado y luego puesto a la venta”, añade don Isaúl.
La familia Villalobos ya está pensando en completar el plantel de la empresa Aprodesvab gracias al préstamo de 250 mil lempiras que le facilitó el programa gubernamental Crédito Solidario.
Fuente: elpais.hn