Con “lluvia” de flores festejan el Día de Difuntos en la capital

02.11.2017

En conmemoración del Día de Difuntos, miles de capitalinos asistieron este jueves a los cementerios de Tegucigalpa y Comayagüela, para ofrendar en las tumbas de familiares y amigos, desde hermosos ramilletes de flores, hasta melodías “rancheras”, al son de mariachis.

Festejar el 2 de noviembre el Día de los Fieles Difuntos, ya es una tradición en la cultura hondureña. Por eso, los camposantos del Distrito Central ayer lucían llenos de aromáticas flores que los visitantes dejaron sobre los sepulcros.

Algunas personas aprovecharon para quitar la maleza y bultos de tierra que ocultaban las cruces y lápidas donde están escritos los nombres de las personas que, como dicen popularmente, “pasaron a mejor vida”.

En el emblemático cementerio General de Tegucigalpa, declarado Monumento Histórico Nacional en 1995, hay sepultados muchos extranjeros que dejaron su huella en la capital, varios expresidentes hondureños y un sinnúmero de artistas.

UN AMBIENTE SEGURO

En los alrededores del sitio hubo presencia militar para brindar seguridad a la ciudadanía y los vendedores aprovecharon para comerciar una variedad de flores, desde moños, cipreses, pascuas y rosas amarillas, rojas y violetas, para que la gente pudiera llevar un presente al lugar donde “descansan en paz” sus seres queridos.

En la parte de arriba del cementerio General se encontraba la familia Alvarado, reunida alrededor de los sepulcros de sus parientes muertos. Para celebrar el día, contrataron a una banda de mariachis que al son de guitarras y trompetas, tocaron varias rancheras en honor a los fallecidos. Entre otras melodías, cantaron la canción Cruz de Madera, que en su letra reza: “cuando al panteón ya me lleven, no quiero llanto de nadie…”.

De igual manera, otro de los visitantes, Víctor Manuel Gómez, ayer quitaba con afán la maleza y tierra que había sobre la tumba de su madre, María Salinas, y su padre Víctor Gómez. Según el capitalino, “en el lugar hay como una vertiente y hay que aprovechar para limpiar porque hay seguridad de la policía para poder venir aquí”.

TUMBAS “DESAPARECEN”

Así como los mausoleos de los padres de don Víctor, que se encuentran en la parte de atrás del cementerio General, otros casi han desaparecido por deslizamientos de tierra que se han producido en la zona. Incluso, se habla de muchas tumbas que prácticamente ya no existen en el camposanto capitalino, por lo que se trabaja para resolver el problema.

Algunos empleados de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) recorrieron punto por punto el cementerio General, mientras buscaban identificar cada uno de los sepulcros para colocarles un número y así reconocerlos fácilmente, por su ubicación. De esta manera podrán mostrar dónde se encuentran los difuntos, cuando llegue alguien a preguntar por ellos.

MÚSICA Y RAMOS FLORALES

Por otra parte, en el cementerio Sipile, ubicado en Comayagüela, también celebraron el Día de los Fieles Difuntos. El espíritu de la fecha se manifestó con la presencia de una gran cantidad de personas quienes llegaron con sus coloridos ramos florales a “coronar” a sus muertos.

En el panteón también hubo música y presencia militar que brindó seguridad en la zona, mientras que algunos niños se subieron a las tumbas altas para chapear el monte que tenían.

EN SIPILE Olanchana corona ¡a su mascota!

Melida Matute dijo haber “coronado” a su perrita llamada “Juguete”. En una de las tumbas cercanas a la entrada del cementerio Sipile, Mélida Matute coronó a su “perrita” recién fallecida, llamada “Juguete”. “Era mi compañía y se me murió hace tres meses y vengo a visitarla en el Día de los Muertos”. El Día de los Fieles Difuntos se designó para recordar a todos aquellos “seres” que fueron importantes en la vida de las personas, con muestras de afecto y ofrendas en los sepulcros, según explicó la doliente. Matute, originaria de Olancho y residente en Tegucigalpa, expresó tener varios hijos, uno de ellos ya muerto. Sin embargo, lamentó no tener dinero suficiente para ir a coronarlo hasta el mencionado departamento. En el cementerio Sipile, la olanchana lloraba acongojada sobre una de las tumbas que se encuentran en el centro del cementerio. Muchos creyeron que lamentaba la partida de un familiar cercano. Pero ella detalló que visitaba una pequeña tumba que no tenía cruz, donde había sepultado a una “perrita” que fue su fiel compañera mientras estuvo con vida. Con mucha tristeza y entre lágrimas, recordó que “era mi única compañía y le vengo a poner algo encima, para que no se le pierda la tumba y no se le meta el agua”. Para la mayoría, el Día de Difuntos se creó para honrar la memoria de las personas fallecidas. Sin embargo, otros, como Matute, consideran que la fecha abarca a todos los seres vivos que ya perecieron y que fueron importantes en la vida de las personas.

fuente.latribuna.hn