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16.10.2017
Los obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras pidieron hoy a los políticos rehabilitar el derecho y la esperanza, pues los “escenarios actuales” en el país ponen en entredicho las “condiciones de autenticidad y de claridad” que debe garantizar el sistema democrático.
La petición de los obispos es uno de los puntos que destaca una declaración suscrita tras la asamblea ordinaria que celebraron la pasada semana en Tegucigalpa y difundida hoy en esta capital.
“Un principio fundamental del Estado de derecho es la separación e independencia de los poderes: Legislativo, Judicial y Ejecutivo”, ya que “el irrespeto a este principio es causa de desorden jurídico y, en consecuencia, social”, agrega la declaración.
Los obispos también señalan que “prueba de ello han sido las violaciones a la actual Constitución y las actuaciones de falsa legalidad que se han dado en los últimos años”.
Destacan además que no sólo es necesario “rehabilitar el derecho que garantiza el orden jurídico y social” en la convivencia de la ciudadanía, sino que también “es urgente” hacerlo porque de ello depende que Honduras contribuya “al orden internacional y sea respetada por las demás naciones”.
Los obispos aseguran que sin ese respeto a los principios “no se garantiza la estabilidad de las relaciones internacionales”, por lo que es necesario que los hondureños sepan elegir a los candidatos que “garanticen un ejercicio del poder político desde la capacidad profesional y la honradez personal que les permita estar al servicio y en la defensa del Estado de derecho”.
Además señalan que los “escenarios actuales” en Honduras ponen en entredicho las “condiciones de autenticidad y de claridad que debe garantizar, en los mecanismos de participación política, todo sistema democrático”.
Los obispos de Honduras expresaron que, de cara a las elecciones del 26 de noviembre próximo, la primera condición es la libertad, lo que supone “no sufrir coacciones ni presiones o chantajes y tener suficientes elementos e información para discernir las condiciones de honradez, legalidad y legitimidad, o de la falta de ellas, en cada uno de los candidatos”.
Ante ello, consideran necesario realizar “un esfuerzo de toda la ciudadanía para informarse ampliamente de las posibilidades que tanto los candidatos como los partidos o grupos políticos que representan pueden ofrecer a la hora de rehabilitar la tan quebrantada democracia en la que vivimos”.
“Pedimos que se elija, en conciencia, a quienes pueden devolvernos la dignidad y la solidaridad propias de un país que ama la vida, que ama la paz y reclama justicia cada día”, señalan.
Los hondureños elegirán en noviembre a un presidente y tres designados (vicepresidentes) de la República, 128 diputados al Parlamento local y 20 al Centroamericano, además de 298 alcaldías municipales.
Los obispos hondureños esperan que las autoridades que gobiernen los próximos cuatro años en el país “sean capaces de amar de verdad” al pueblo que los elija y que, “fruto de esa rehabilitación urgente de nuestra vida política y de nuestra democracia, el futuro que preparemos entre todos sea, como afirma el Papa Francisco, el de una sociedad digna y solidaria”.
“Esperamos un futuro mejor para Honduras, con un gobierno que tenga programas eficaces para construir un país en donde”, como dijo el papa Francisco en 2014, “no exista ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ningún pueblo sin soberanía, ninguna persona sin dignidad, ningún niño sin infancia, ningún joven sin posibilidades, ningún anciano sin una venerable vejez”, señala la declaración. (ACAN-EFE)
Fuente: latribuna.hn
