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San Pedro Sula, Honduras. 06.09.217
El sueño de Karla Vanesa Martínez (de 13 años) de convertirse en licenciada en administración de empresas cuando crezca está más cerca de la realidad, ya que gracias a la colocación de un catéter en el corazón le salvaron la vida. La cirugía fue gracias a los médicos de la Fundación Manos Ayudando a Honduras, quienes realizaron una brigada de intervenciones de corazón en el hospital Mario Rivas.
La pequeña, procedente del municipio de Yorito, Yoro, y quien cursa el octavo grado en el Instituto San Pedro, nació con un problema cardiaco, pero su padre no se había percatado hasta que en julio se desmayó mientras buscaba con sus compañeros bambú para hacer una champa para el Día de Lempira.
“Cuando caminaba me cansaba, no podía correr ni hacer ejercicio y ese día me desmayé, me llevaron al hospital de El Progreso y me hicieron una radiografía y vieron que tenía algo en el corazón. Tenía un agujero en el corazón que se va cerrando a medida que uno crece, pero a mí no se me cerró”, explica la menor.
Sin dinero
Del hospital progreseño remitieron a la menor al hospital del Valle, donde una cardióloga confirmó la enfermedad. La única forma de salvar la vida de Karla era practicándole un cateterismo cuyo costo es de 14,000 dólares, dinero con el que su padre no contaba.
“No tenía los recursos para operarla y creí que perdía a mi hija, gracias a la Fundación Manos Ayudando a Honduras acá está mi hija”, dijo llorando Roger Martínez, padre de la niña.
La doctora Luisa Fernanda Ángel, quien forma parte de la brigada, dijo que hicieron cirugías de corazón abierto y cateterismo a menores desde los cuatro meses hasta 17 años.
Las cirugías se realizaron durante una semana y además practicaron ecocardiogramas a otros pacientes.
fuente: laprensa.hn
