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San Pedro Sula, Honduras. 16.06.2017
Más de 800 menores hondureños en riesgo social han sido beneficiados con un proyecto denominado Senderos Juveniles de Centroamérica, que busca prevenir la explotación infantil y otros flagelos.
Senderos Juveniles es un proyecto binacional en Honduras y El Salvador que implementan las organizaciones Catholic Relief Services (CRS) en sociedad con Fe y Alegría y Glasswing con financiamiento del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos (USDOL).
Además
Otros avances del proyecto, en El Salvador y Honduras han trabajado con 473 jóvenes en el hábito de ahorro.
Carolina Castrillo, directora de Senderos Juveniles, dijo que a través de diferentes programas dirigidos a fortalecer la familia, formación en oficios y otros, buscan mejorar los estilos de vida de los jóvenes que son propensos a formar parte de algún grupo delincuencial o ser explotados laboralmente.
“Pretendemos llegar a unos siete mil menores y familias entre El Salvador y Honduras”, dijo Castrillo.
En el país, las organizaciones cuentan con cinco sedes en donde trabajan con 3,500 personas. Los menores en edades de 14 a 17 años son formados en áreas técnicas, habilidades, servicio comunitario, entre otros. Además, hacen enlaces con la empresa privada para la contratación de los jóvenes.
Senderos Juveniles se ejecuta desde septiembre de 2016 y ha beneficiado a 1,886 padres y niños, de estos, mil son de El Salvador y 800 de Honduras, específicamente de la zona norte.
En Honduras, el trabajo infantil en zonas urbanas es de un 23.4% y en El Salvador de un 7.8%.
Castrillo añadió que muchos jóvenes que residen en zonas de riesgo no logran, por esa razón, no ser contratados por las empresas.
“Estamos trabajando para sensibilizar a los encargados de recursos humanos de las empresas y que no discriminen a los jóvenes por donde viven”, señaló la directora.
Juan Reconco, uno de los jóvenes beneficiados y quien reside en una zona vulnerable del municipio de La Lima, compartió que gracias a que fue formado como mecánico de motocicletas pondrá su propio negocio. “Estos programas me han alejado de las pandillas y me han ayudado a salir adelante”, expresó Reconco.
Nubia Melgar, trabajadora social y colaboradora de Glasswinng International, indicó que trabajan con la familia fortaleciendo los valores y la comunicación en casa.
“Nos olvidamos de la familia ideal que es mamá y papá y trabajamos con la familia que tenemos, haciendo que haya una mayor comunicación entre los menores y sus padres”, detalló.
En Chamelecón están trabajando con 25 familias, en Choloma 16 y El Progreso 44.
Fuente: laprensa.hn
