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Tegucigalpa, Honduras. 07.02.2017
Es el principal pulmón de la capital y aportante del 30 por ciento del recurso hídrico con que se abastece a la población de la ciudad.
Se le conoce como Parque Nacional La Tigra, desde 1980, área que en los últimos dos años fue atacada de manea inmisericorde por la plaga del gorgojo descortezador.
Son 4,000 hectáreas de bosque en esta zona las que devoró el Dendroctonus frontalis, según Carlos Espinal, director ejecutivo de la Asociación Amigos de La Tigra (Amitigra).
Cabe señalar que aunque no se sienten los efectos inmediatos de los daños causados por el gorgojo, la zona boscosa tardará al menos 10 años para recuperar su esplendor, incluso tres décadas para que los pinos alcancen la altura que tenían antes de ser atacados y luego cortados como medida para controlar la plaga.
“De la zona de amortiguamiento fueron afectadas un 30 a un 35 por ciento del bosque de pino, esto conlleva a una disminución de la producción hídrica que genera La Tigra cada año”, agregó Espinal.
Diversas acciones
Después de la plaga del insecto y ver que el problema se encuentra resuelto en un 98 por ciento, según informes de las autoridades del Instituto de Conservación Forestal (ICF), se han emprendido varias acciones que llevan a la restauración del bosque.
Una de las medidas puntuales ha sido la de completar la reforestación de las zonas afectadas y a la fecha se han logrado rescatar unas 140 hectáreas.
Para continuar con este propósito se dispone de un vivero, que se encuentra en el sector de Limones, donde se han producido 50 mil plantitas, entre pinos Ocarpa y liquidámbar. Además, en las jornadas de reforestación patrocinadas por las autoridades del gobierno central y local se ha sembrado una porción importante de las plantas producidas en el vivero.
Para este año se han trazado además como meta reducir los incendios forestales.
Otra labor es vigilar la regeneración natural, es decir estar atentos a la recuperación del bosque a través del proceso natural, para conservar su genética, lo que significa la germinación de las semillas que despiden los pinos que aún permanecen en pie.
De acuerdo con Espinal, este es un proceso donde la especie se adapta al clima, es menos costosa, más viable y se contabilizan unas mil hectáreas rescatadas.
A su vez, con el apoyo de la Embajada de Alemania se ha instalado una carpintería comunitaria para aprovechar la madera afectada por la plaga. “El objetivo es disminuir la biomasa, retirar los árboles plagados del gorgojo”, informó Espinal.
Por su parte, en el sector de Yerba Buena se ha anunciado que se busca proteger 700 hectáreas del bosque con acciones como la reforestación y de regeneración natural.
A la fecha se han logrado rescatar 50 hectáreas de bosque de pino, según lo informó Lenarh Ferrari, director ejecutivo de la Fundación Integral para el Desarrollo de Honduras (Fipadeh).
Como parte de las acciones al igual se ha emprendido el mejoramiento de 40 kilómetros de carretera para el acceso de vehículos y equipo para controlar incendios que se den en la zona, así como facilitar el monitoreo de la plaga del gorgojo.
“También hemos programado realizar 35,000 metros de rondas cortafuego para evitar que las llamas lleguen a las zonas donde se tienen fuentes de agua del área núcleo de la reserva”, agregó Ferrari.
Este tesoro natural posee una extensión de 3,510 hectáreas y se encuentra entre Lepaterique y el Distrito Central.
Fuente: elheraldo.hn
