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Despertar con dolor ocular es una experiencia frecuente que puede tener múltiples causas, desde factores ambientales hasta afecciones médicas que requieren atención profesional. Según especialistas de Cleveland Clinic, identificar el origen de la molestia matutina permite diferenciar entre un fenómeno pasajero y uno que podría tener consecuencias graves.
El oftalmólogo Wes Immler advierte que signos como dolor intenso, secreción, visión borrosa, pérdida de visión, sensibilidad a la luz, fiebre, dolor de cabeza, náuseas o vómitos requieren una evaluación médica inmediata para evitar complicaciones irreversibles.
Causas habituales del dolor ocular matutino:
- Sequedad ocular: Disminución de la producción de lágrimas durante la noche, agravada por aire seco, calefacción o ventiladores, provoca ardor o sensación de arenilla.
- Alergias: El contacto con polvo, polen, ácaros o pelo de mascotas puede inflamar los tejidos perioculares, causando dolor e irritación.
- Uso prolongado de dispositivos electrónicos: Reduce la frecuencia del parpadeo y genera fatiga visual acumulada, que se manifiesta al despertar.
- Conjuntivitis: Inflamación de la membrana que recubre el ojo y párpados, provocando dolor, enrojecimiento y secreción.
- Lagoftalmos nocturno: Dormir con los ojos parcialmente abiertos provoca pérdida de humedad corneal, dolor intenso y riesgo de abrasiones.
- Blefaritis: Inflamación de los párpados con acumulación de residuos y costras, causando ardor y enrojecimiento al despertar.
- Erosión corneal recurrente: Lesiones superficiales de la córnea que se reabren durante la noche, provocando dolor agudo similar a un rasguño.
- Uso inadecuado de lentes de contacto: Dormir con ellos o no seguir indicaciones de higiene puede causar dolor, enrojecimiento e infecciones.
- Infecciones oculares: Inflamación y dolor que se agravan durante la noche, pudiendo derivar en úlceras corneales si no se tratan.
- Irritantes ambientales: Humo, polvo, productos químicos o gases que permanecen en la piel, ropa o sábanas pueden irritar los ojos durante la noche.
Cooper sugiere que no todas las molestias requieren atención urgente, pero consultar al especialista es esencial si el dolor es persistente o se acompaña de síntomas graves. Mantener hábitos de higiene ocular y proteger los ojos de factores ambientales ayuda a reducir estas molestias matutinas.
