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15.11.2025
Vivir más años con calidad no depende únicamente de la genética o de una alimentación equilibrada. Según un análisis publicado por expertos de GQ, uno de los factores clave para la longevidad y la autonomía física es el fortalecimiento de los músculos del core, una región fundamental del tronco.
Diversos estudios y especialistas coinciden en que el entrenamiento de fuerza no es solo una tendencia estética, sino una herramienta esencial para el envejecimiento saludable. Su práctica regular ayuda a prevenir la pérdida de masa muscular, fortalecer los huesos y reducir el riesgo de caídas, elementos cruciales para conservar la movilidad y la independencia en la vejez.
El papel central del core
El core está compuesto por 35 músculos distribuidos en seis regiones del tronco, incluyendo la zona abdominal, la espalda y el suelo pélvico. Esta musculatura estabiliza la columna, protege la espalda, facilita el equilibrio y contribuye al bienestar general, incluida la salud sexual.
La evidencia científica respalda que los adultos mayores que entrenan el core regularmente logran mejor equilibrio, independencia y calidad de vida que quienes no lo hacen, según investigaciones citadas por National Geographic y la Orthopedic Research Online Journal.
Recomendaciones y ejercicios efectivos
Se recomienda dedicar dos a tres días por semana al fortalecimiento del core, incorporando ejercicios desde edades tempranas para maximizar sus beneficios a largo plazo. Entre los movimientos más efectivos destacan:
- Planchas
- Puentes
- Levantamiento de piernas
- Escaladores de montaña
Asimismo, Harvard sugiere incorporar ejercicios funcionales como el Farmer’s carry (caminar con peso en cada mano) y el Suitcase carry (cargar peso con un brazo y alternar), que replican movimientos cotidianos y fortalecen la estabilidad del tronco.
Mantener el core activado durante las actividades diarias, alternar la carga de peso y practicar respiración diafragmática son pasos adicionales que potencian los beneficios de estos ejercicios.
Conclusión
La ciencia y los expertos coinciden en que trabajar los músculos profundos del tronco no solo previene dolores y lesiones, sino que mejora la autonomía y el bienestar a lo largo de la vida. Integrar estos ejercicios a la rutina diaria permite disfrutar de una vida más activa, independiente y plena en la vejez.
Fuente: diarioroatan.com
