17.07.2025
¿Una receta de abuela puede convertirse en una recomendación médica? La sopa de pollo, ese plato reconfortante que muchas personas asocian con el hogar y los cuidados maternos, podría tener más valor terapéutico del que imaginamos. Una reciente revisión científica aporta evidencia concreta que respalda su utilidad como complemento en el tratamiento de infecciones respiratorias leves como el resfriado común, la gripe e incluso casos leves de COVID-19.
📌 ¿Qué dice la ciencia?
Una revisión sistemática dirigida por Sandra Lucas, profesora de la Universidad del Oeste de Escocia, analizó más de 10.000 publicaciones científicas sobre el efecto de diferentes tipos de sopa en pacientes con infecciones respiratorias. De todos los estudios, se seleccionaron cuatro ensayos clínicos de alta calidad, que involucraron a 342 personas.
¿El resultado?
- Quienes consumieron sopa de pollo durante su enfermedad se recuperaron hasta 2,5 días más rápido.
- Reportaron síntomas más leves, especialmente en cuanto a congestión nasal, dolor de garganta y fatiga.
- También mostraron reducciones en biomarcadores inflamatorios clave (interleucina-6 y TNF-alfa), lo que indica un impacto real en la respuesta inmunológica.
🌿 ¿Por qué la sopa de pollo podría ayudar?
La combinación de calor, hidratación y valor nutricional parece ser clave. Ingredientes típicos como ajo, cebolla, jengibre y verduras de hoja verde ofrecen propiedades:
- Antiinflamatorias
- Antimicrobianas
- Inmunoestimulantes
Además:
- El calor del caldo alivia la garganta y ayuda a fluidificar la mucosidad.
- El líquido previene la deshidratación, común en cuadros febriles.
- El valor emocional del alimento puede generar una sensación de bienestar general, lo que también influye en la recuperación.
⚠️ ¿Qué debemos tener en cuenta?
A pesar de los hallazgos prometedores, la comunidad científica reconoce que faltan más estudios amplios y controlados para establecer recomendaciones más precisas. Todavía hay preguntas abiertas, como:
- ¿Es igual de efectiva la sopa casera que la comercial?
- ¿Importa la receta específica?
- ¿Influye en la calidad del sueño, el regreso al trabajo o la percepción general del bienestar?
✅ Conclusión: un aliado, no un sustituto
La sopa de pollo no reemplaza el diagnóstico ni el tratamiento médico profesional, pero puede integrarse como parte de una estrategia de autocuidado eficaz en casos de resfriado leve o gripe. Combinada con descanso, buena hidratación y seguimiento médico, puede ser un recurso reconfortante y útil en el proceso de recuperación.
🥄 Receta básica sugerida para potenciar sus beneficios:
- Caldo casero con pollo (preferentemente muslo con hueso)
- Ajo y cebolla
- Jengibre fresco
- Zanahoria, apio, espinaca o acelga
- Pimienta negra, cúrcuma y sal marina
- Un chorrito de limón al servir
La sabiduría popular y la ciencia no siempre están en desacuerdo. En este caso, la sopa de pollo reafirma su lugar no solo como símbolo de cuidado familiar, sino también como un apoyo terapéutico real frente a enfermedades leves.