23 de enero Día mundial de la libertad

El 23 de enero se celebra el Día Mundial de la Libertad, con la finalidad de enaltecer la importancia de este derecho universal.

La libertad es concebida como un derecho humano fundamental de las personas, referido a la facultad de los individuos para elegir su forma de vivir, pensar y actuar en la sociedad de manera responsable, sin coerciones ni obligaciones.

En otras palabras, es la capacidad que tienen las personas de actuar por su propia voluntad, basado en el respeto hacia sí mismo y a los demás.

¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Libertad?

Con la celebración del Día Mundial de la Libertad se pretende resaltar esta modalidad de pensamiento y de acción, de vital importancia para los individuos y las sociedades de todo el mundo.

En relación a la fecha escogida para la celebración de esta efeméride, está relacionada con algunos hechos relevantes que acontecieron en nombre de la libertad, venciendo a la esclavitud y la opresión.

Al respecto, el 23 de enero de 1954 unos 22.000 prisioneros de guerra chinos (soldados de los ejércitos comunistas chinos y coreano), apresados en Taiwán, no quisieron ser repatriados a su país. Ganaron su libertad, gracias al trabajo en conjunto en la zona de guerra de Corea.

Por otra parte, en Venezuela se suscitó un hecho histórico el 23 de enero de 1958, cuando se conformó una unión cívico-militar con la participación del pueblo venezolano, para derrocar la dictadura militar del General Marcos Pérez Jiménez, que regía en el país.

El Día Mundial de la Libertad es una ocasión gloriosa que simboliza el triunfo de la libertad sobre la esclavitud. Se ha convertido en una antorcha de esperanza para los pueblos que, encerrados detrás de la cortina de hierro, buscan su libertad, y en un signo luminoso de la dedicación del mundo libre a la causa de la libertad. Nuestro sentido de responsabilidad en la lucha por la paz del mundo y la libertad humana se acentúa al recordar la valerosa acción de los más de 22.000 prisioneros de guerra, anteriormente soldados de los ejércitos comunistas chinos y coreanos, quienes ganaron su libertad conjuntamente el 23 de enero de 1954, en la zona de guerra de Corea. Nuestro sentido de responsabilidad se intensifica más aún cuando contemplamos el mundo en desorden, causado principalmente por los inicuos comunistas chinos.

Los acontecimientos han demostrado que no es posible aliviar o eliminar la confrontación entre la esclavitud bajo el comunismo y la libertad bajo la democracia por medio de negociaciones. Por el contrario, el apaciguamiento, las componendas y la neutralidad sólo avivarán las llamas del comunismo, llevarán el mundo hacia el cáos y traerán mayores calamidades a la humanidad. Por otra parte, la situación actual del mundo ha movido a los pueblos a despertar ante la amenaza del comunismo y ha excitado el coraje de los pueblos encerrados tras la cortina de hierro para oponerse a la esclavitud y procurar su libertad. Por lo tanto, el rápido desarrollo del Movimiento del Día Mundial de la Libertad es una fuerza natural que crece con la corriente de los tiempos.

Externamente, los comunistas maoístas procuran intensificar el desorden mundial. En lo interior, intentan destruir la historia y la cultura chinas con su campaña total de denigrar a Confucio y alabar al despótico Chin Shih Huang. Esas viciosas acciones han revelado la maldad de su carácter que es causa de increíbles sufrimientos a los pueblos del mundo. Nuestro progreso y nuestras realizaciones en el campo de la reconstrucción democrática en Taiwan, Penghu, Kinmen y Matsu – nuestro bastión de reconquista nacional – han traído prosperidad y felicidad a esta base de la libertad. También han hecho de este bastión un faro de esperanza para nuestros compatriotas del continente en su lucha por la libertad. Creemos firmemente que el evidente contraste entre la benevolencia y el despotismo dará a los hijos e hijas de China mayor confianza en nuestra victoria eventual sobre el comunismo. También permitirá a los pueblos del mundo distinguir entre la virtud y el vicio, entre el bien y el mal, entre el amigo y el enemigo.

De aquí en adelante debemos trabajar con mayor dedicación para lograr nuestro objetivo inmutable de reconquista nacional y salvación del mundo por la derrota del comunismo. Debemos adherirnos al curso históricamente correcto de superar a la esclavitud con la libertad y derrotar al despotismo con la benevolencia. Debemos unir nuestros patrióticos luchadores de la libertad con los luchadores del exterior y los que pugnan detrás de las líneas enemigas. Debemos unificar más aún las fuerzas mundiales de la libertad y la justicia. Debemos, por una parte, fortificar nuestro frente común contra los maoístas y por la otra, expandir las actividades de los frentes mundiales anticomunistas. De ese modo extenderemos el expíritu de los luchadores por la libertad de China y Corea. Mancomunaremos las fuerzas de los luchadores por la libertad de hoy y las convertiremos en una marea que arrasará con las fuentes del desorden mundial. Entonces podremos crear una nueva era de libertad, igualdad y fraternidad basada en los Tres Principios del Pueblo del Dr. Sun Yat-sen».

La celebración

La celebración del Día Mundial de la Libertad tuvo este año características especiales.

Por una parte, recurrió el vigésimo aniversario del hecho que dio origen a esta conmemoración anual. En ese día del año 1954, firmado el armisticio que puso fin a las hostilidades en la guerra de Corea, 22.000 prisioneros de guerra que habían pertenecido a los ejércitos comunistas de Corea del Norte y las hordas maoístas enviadas como «voluntarios» a esa guerra, se negaron rotundamente a reintegrarse a sus filas. De ellos 14.000 eran chinos y optaron por acogerse al amparo de la República de China en Taiwan.

En segundo lugar, la memorable fecha coincidió este año con el Año Nuevo Chino, prestando mayor colorido festivo a la celebración.

Por último, una jóven pareja de fugados recientemente del continente chino eligió esa fecha para contraer matrimonio en Taipei, deseando establecer su hogar bajo el signo de la libertad.

El acto central se llevó a cabo en el estadio del centro cultural y deportivo de la capital, con la presidencia de Ku Cheng-kang, conocido luchador anticomunista y la presencia de autoridades chinas, de delegaciones del exterior, representantes de los varios sectores de nuestra sociedad y público en general, más de 15.000 personas.

La asamblea recibió mensajes de Jefes de Estado y de instituciones de todo el mundo dedicadas a preservar la libertad. En este mismo número publicamos el texto íntegro del mensaje del Presidente Chiang Kai-shek.

Oradores nacionales – entre quienes se contó el Vicepresidente de la República Yen Chia-kan – y extranjeros, analizaron las circunstancias de la lucha por la libertad y contra la esclavitud, notando que en medio de las corrientes de apaciguamiento de muchos gobiernos se percibe la reacción de los pueblos contra el engaño y la violencia comunista.

Las exposiciones de los oradores fueron seguidas por un vistoso y nutrido programa que deleitó a los espectadores.

El pueblo chino conmemora y festeja el «1 – 23» (23 de enero o primer mes) porque como nación y como pueblo ha luchado y sufrido largamente por la libertad del país y de cada uno de sus ciudadanos y porque sabe que su dedicación total a la libertad es la única esperanza para que sus millones de compatriotas esclavizados en el continente bajo el yugo del tirano Mao Tse-tung mantengan viva su esperanza y recuperen un día ese don precioso.

La experiencia de este pueblo y de su gobierno debería ser respuesta abundantemente satisfactoria para los pusilánimes y dudosos que manifiestan desazón ante esta irreductible posición anticomunista, como si la misma pudiera ser impedimento para la paz del mundo. La realidad es muy otra. Las componendas con los regímenes comunistas no producen ni pueden producir una paz real y duradera. Dolorosa prueba la ofrece Vietnam. Qué paz es esa donde al cumplirse a penas un año de haber sido firmada, los comunistas ya la han violado más de 35,000 veces, llevando a la muerte a más de 53.000 personas? No comprenden aún los gobernantes del mundo libre que toda conversación, todo vínculo, todo tratado con los comunistas carecen del fundamento común de principios comunmente aceptados?

Cuánto tiempo y cuántas tragedias serán necesarias para hacer despertar al mundo, no lo sabemos. Pero si sabemos que todo sistema comunista se basa en la represión de la libertad del individuo, en la abyecta negación de todo lo que es más noble y más digno en la naturaleza humana. Y eso, nuestro pueblo no lo acepta ni para sí ni para sus compatriotas en el continente.

Y mientras el 23 de enero de cada año celebra el Día Mundial de la Libertad, los ideales y o bjetivos exaltados en esa celebración son parte de nuestro pensar y sentir y quehacer cotidiano.