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La perspectiva de crecimiento económico del país para el 2024 es ligeramente más alentadora, estimándose entre un 3.5 a 4.0 por ciento, pero el gobierno debe optimizar el gasto público, supervisar las partidas presupuestarias y rendir cuentas, según un informe de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
El documento señala que la menor demanda externa de los socios comerciales y los efectos del cambio climático, afectando la producción agrícola, estancaron el crecimiento del país en un 3 por ciento entre el 2022 y 2023.
Igualmente, reporta una baja de los precios del 8.9 por ciento interanual en 2022 a 5.04 por ciento en 2023 debido al subsidio de los combustibles y la baja de los cotos de fletes, materias primas y carburantes en el mercado internacional.
El reporte indica que el país enfrenta también una inflación importada cerrando este año con 4.5 a 5.5 por ciento debido a la subida de los precios por las fiestas dicembrinas, pero con una tendencia a la baja el próximo año.
En cuanto al tiempo de cambio nacional, sigue la caída del precio de dólar, aunque 0.24 por ciento menos que el año pasado, debido al aumento de las remesas y la política de subasta, aunque persiste la reducción de las divisas provenientes de las exportaciones de productos textiles, café y otros. De este modo, el informe espera que la depreciación del lempira no pase de los 0.10 centavos en el 2024.
La misma perspectiva persiste para las remesas, que al finalizar este año serán de ocho mil millones de dólares, no así para la deuda pública, que pasará del 49 al 51 por ciento, esto es, más de 16 mil millones de dólares, el 47 por ciento con respecto al PIB, el próximo año, según el documento.
Por otra parte, el déficit fiscal de la administración central presentaba un superávit de 2.05 por ciento, inferior al 1 por ciento en el mismo periodo del 2022, debido a la baja ejecución del presupuesto general.
Citando datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el informe registra un 64 por ciento de pobreza en el país, reflejando una rebaja de 9.5 por ciento con respecto al 2021, aunque aclara que este descenso se debe a que al reactivarse la economía los hogares hondureños recuperaron sus ingresos que perdieron durante la pandemia. De este modo, la pobreza sigue igual que antes de la emergencia mundial y con un 41 por ciento de pobreza extrema real.
Por el lado del desempleo, reporta una tasa del 6.4 por ciento menor al 2.3 por ciento del 2022, pero señala que desde el 2019 más de 200 mil personas se sumaron a ejército de desocupados en el país.
Entre otras recomendaciones, el estudio propone al gobierno implementar una estrategia económica integral y articulada que combine una gestión fiscal con política monetaria consistente, optimizar el gasto público, supervisando las partidas presupuestarias, y reformas de rendición de cuentas y transparencias.
