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Anteriormente, el día del Farmacéutico era el 25 de Enero. Cuando el Jefe de Estado Don Julio Lozano decretó en 1956 la fecha del 25 de Enero como Día de la Mujer, según Decreto Ley el día 6 de Junio como nueva fecha para conmemorar el Día del Farmacéutico.
La creación del Colegio, se debió en gran medida al empuje, la energía y espíritu de acción del Dr. Miguel Andonie Fernández, quien todo lo que emprendía lo hacía con mucho fervor. Gracias a él y la labor ardua de 68 colegas que impulsaron la organización gremial, mediante el decreto No. 116 nace el Colegio el 06 de junio de 1963, siendo reconocido por el Estado de Honduras y a su vez se publica la Ley Orgánica del Colegio de Químico Farmacéutico de Honduras en el Diario Oficial la Gaceta del jueves 29 de agosto del mismo año, No.18063.
Esta primera Junta Directiva fue constituida por profesionales también muy entusiastas entre los que estaban los Dres. Rogelio H. García, Secretario General; Ruy Zelaya Smith; Luis Alvarado; Ramon Vásquez Alvarado, Fuad Asfura, Armando Padgett, Jorge Zepeda y Antonio Siman.
La Ley Orgánica del CQFH indica la duración de 3 años de función de cada Junta Directiva y así hemos tenido hasta la fecha, 18 Juntas Directivas presididas por los Dres. Miguel Andonie Fernández, Ruy Zelaya Smith, Marcio Gomez Rovelo, Jorge Zepeda, Tomás Ayala, Rene Sagastume, Marco Cueva Pineda, Raúl Leitzelar, Joaquín Ochoa, Alfredo Farach, Jorge Godofredo Cruz, y actualmente la Dra. Narda Maradiaga de Nazar.
Actualmente el Colegio forma parte de organizaciones afines tales como la Federación de Colegios Profesionales Universitarios de Honduras (FECOPRUH), Federación Farmacéutica Centroamericana y del Caribe (FFCC), Federación Panamericana de Farmacia (FEPAFAR), Federación Farmacéutica Internacional (FIP) y la Organización Internacional de Farmacia (OFIL).
REGISTRO DE ESPECIALIDADES FARMACEUTICAS
Originalmente, se encargaba del registro de especialidades farmacéuticas a la Facultad de Química y Farmacia, la que tuvo como primer Decano al distinguido profesional Dr. Guillermo E. Duròn, egresado de la prestigiada Escuela de Farmacia de Filadelfia, USA.
Constituido el Colegio, la responsabilidad de registro pasó a manos del mismo y los respectivos análisis químicos se encargaban a la Facultad de Química y Farmacia.
En los períodos del Dr. Marcio Gómez Rovelo y Dr. Jorge Zepeda, se hizo la primera gestión de financiamiento para constituir ya un Laboratorio de Especialidades en forma y de acuerdo con las modalidades de aquel tiempo. Vale destacar la enérgica actuación del Dr. Enrique Ortez Pinel, por cierto, ex –candidato a la Vice Presidencia de la Republica, persona de un verbo muy ilustrado y encendido.
Se aprovechó el hecho que en al mismo tiempo, el Dr. Enrique Ortez Colindres, hijo del Secretario General, fuera el Presidente del Banco Centroamericano, y se lograra, siempre siguiendo minuciosos estudios de Factibilidad, recibir el préstamo con el cual se obtuvo un financiamiento por 10 años para crear el Laboratorio de Análisis de Especialidades Farmacéuticas.
Recordamos como primeros Directores del Laboratorio de Análisis a los Dres. Luis Munguía, Salvador Pizatti, Dra. Gloria Regina Zelaya, Roberto Colindres y otros.
En ese momento, la mayor fuente de ingreso para pagar la deuda, fueron precisamente los registros y análisis de nuevos productos farmacéuticos.
FONDO DE AUXILIO MUTUO
Desde un principio existió la aspiración gremial de tener para cada profesional un fondo de seguro de vida por muerte natural y por accidente; un seguro de jubilación y retiro; un seguro médico. En aquel tiempo, los asegurados apenas llegaban alrededor de 200 a 300 colegiados, comparado con los incorporados a la fecha, se tienen ya 3,644 miembros del Colegio (10 a 12 veces más).
Este siempre fue un tema sumamente delicado porque se trataba de manejar dinero ajeno y todo mundo sabe que llega el momento de jubilación en que se llegaría a necesitar para el soporte de vida de los profesionales jubilados.
Se decidió en aquel tiempo por constituir un Fondo de Auxilio Mutuo, porque se consideraba que el profesional podría llegar en un momento a preferir el uso de su seguro para uso propio por enfermedad u otra necesidad, en lugar de heredarlo a su familia. Para el seguro de accidentes, en aquel tiempo se contrató una Compañía de Seguros comprando un seguro colectivo de accidentes. Todo esto funcionó bastante bien durante muchos años.
A medida que iba aumentando el número de colegiados, iba engrosando las arcas específicas del Fondo de Auxilio Mutuo. Se insistió desde un principio en contabilidades separadas, registros de los aportes del asegurado y algunos aportes del Colegio. Se hacía uso de análisis y estudios actuariales y muy estricta auditoría de los Fondos, informes que la Tesorería presentaba también en las Asambleas Anuales. La adecuada inversión de los Fondos, lógicamente debería haber requerido el uso de Fideicomiso a través de Fiduciarios que se encargaran de una sana administración financiera en vez de hacerlo en simples depósitos bancarios. Esto principalmente por el atractivo de las inversiones en cuanto a las tasas de interés que muchas veces son elevadas pero con un alto riesgo, aspectos que las entidades fiduciarias especializadas lo pueden medir con mayor facilidad y equidad.
