Tegucigalpa,Honduras sábado 31 diciembre 2022
En toda Latinoamérica, las costumbres son manifestaciones arraigadas desde tiempos de la colonia española y el extenso departamento de Olancho, no es la excepción.
La ciudad de Juticalpa, cabecera del departamento de Olancho, tampoco se aparta de esa enorme y antañonas costumbres y tradiciones heredadas, especialmente las de fin año y año nuevo.
Algunas de esas costumbres y tradiciones aún prevalecen, es decir que se mantienen vivas y practican todos los diciembres, en el fin de año, en Olancho.
Estas costumbres y tradiciones fueron recopiladas por personal de la Sociedad Cultural de Juticalpa.
COMERSE 12 UVAS
Mientras suenan las 12 campanadas al recibir el año nuevo, se piensa que comerse 12 uvas traerá abundancia de salud y prosperidad, proyectos realizados, etcétera.
DAR LA VUELTA CON UNA MALETA
Una de las tradiciones que hará supuestamente que las personas viajen durante el año entrante, es dar la vuelta a la manzana con las maletas vacías… les parecerá raro, pero hemos visto esta práctica en algunos sectores olanchanos, sobre todo en la ciudad de Juticalpa.
LENCERÍA DE FIN DE AÑO
La tradición dice que usar ropa interior de determinados colores el 31 de diciembre, atrae lo que se aspira del año venidero.
El amor, si es roja, y la abundancia en el dinero, si es amarilla.
En ambos casos, al revés y pasada la medianoche, ponerse al derecho la prenda. Además, según la costumbre, para que se cumpla lo deseado, las prendas a usar, deben ser regaladas.
LOS MONIGOTES
Una vez más la creatividad se hace presente en la elaboración de los tradicionales monigotes o “años viejos” que servirán mediante su quema, estallido e incineración para decirle “adiós” a la negatividad del 2022 y recibir con buena fortuna el 2023.
Se hace una recolecta en cada barrio, pidiendo las tradicionales “pascuas” para la compra de petardos, con los que se rellenan. Se confeccionan con ropa vieja, calzado, sombrero o gorra en desuso. La cabeza generalmente es una pelota de plástico.
Los más experimentados y con más recursos, para mantener viva la tradición de quemar monigotes, elaboran desproporcionadas figuras con énfasis en la protesta pacífica hacia los gobernantes y servidores públicos, la idea es mostrar inconformidad a las autoridades de turno y hacerle saber, el sentir como pueblo.
PELIGROSA PÓLVORA
El 1 de enero de cada año, la ciudad de Juticalpa amanece con una aparente “nevada” por la abundancia de quema de pólvora.
Lastimosamente esta actividad no es supervisada por adultos y suceden accidentes que provocan hasta pérdida de vidas.
Lo mejor sería celebrar compartiendo con los más necesitados, todos esos recursos que se queman.
TRADICIÓN A ERRADICAR
Por favor… no más disparos al aire. ¿Sabían ustedes que cuando disparan al aire la bala recorre 1.6 kilómetros (9mm) hacia arriba y después cae a toda velocidad en un radio de hasta cinco kilómetros a la redonda de donde fue percutado?
Por esa razón cualquier persona que esté dentro de esos cinco kilómetros, puede resultar lastimada o peor, perder la vida.
En esta época es frecuente que las personas consuman bebidas alcohólicas y decidan hacer uso de las armas, en el momento en que se queman los cohetillos de la medianoche. Obviamente en esa condición, no analizan las muertes que originan con esta fatídica acción.
En esta celebración de Navidad, varios proyectiles estuvieron a punto de ocasionar tragedias en diferentes barrios y colonias de Juticalpa.
Por ejemplo, un proyectil cayó sobre una cama, a centímetros de donde reposaba una persona, en la colonia Sinaí de Juticalpa. El incidente ocurrió durante los festejos de Nochebuena, afortunadamente la bala no logró herir al ciudadano.
Un enérgico llamado de atención a los portadores de arma de fuego y, principalmente, a quienes bajo efectos de bebidas alcohólicas, hacen uso irresponsable de las mismas, sin meditar que al hacer un disparo al aire, pueden causar daños irreparables a víctimas inocentes.
Es un delito usar el arma y van a la cárcel, quienes disparen al aire en Honduras, según lo estipulado por la ley. Si se comprueba que una persona dispara al aire, será penada con seis meses hasta un año de cárcel.
Si la bala ocasiona lesión o muerte, sería castigado con muchos años de prisión.
NO HAGA DISPAROS AL AIRE
No son balas perdidas, son proyectiles dirigidos por la ignorancia y el alcoholismo.
La Sociedad Cultural Juticalpa y Casa de la Cultura, preservando y difundiendo una cultura de respeto a la vida, para tener un feliz y próspero año nuevo 2023 en Olancho y Honduras.
Fuente: La Tribuna