Durante el año fiscal 2022 (desde el 1 octubre de 2021 hasta el 30 septiembre de 2022), más de 900,000 migrantes se convirtieron en ciudadanos estadounidenses, según estimaciones basadas en los datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) y la Oficina del Censo para los tres primeros trimestres de ese año.
Esa proyección anual sería la tercera más alta registrada jamás y la mayor desde 2008, cuando se naturalizaron más de un millón de personas, según informa el centro de investigaciones.
Las naturalizaciones repuntaron tras la pandemia en migrantes de casi todas las nacionalidades: un 8% para mexicanos (que lideran con 119,000), un 27% para indios (con 61,000), o un 62% para cubanos (48,000), por ejemplo. Cayeron para chinos, sin embargo, un 20% (con 28,000); y un 3% para los colombianos (18,000).
Este repunte coincide además con otros en procesos migratorios después de los cierres de oficinas federales y otras restricciones, incluidas la fronterizas, por la pandemia; en el año fiscal de 2020 se registraron 6140,000 naturalizaciones, la cifra más baja desde 2003. También han crecido desde entonces, por ejemplo, la concesión de permisos de residencia (conocidos como green cards) o de visados para estudiantes extranjeros.