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La carencia de componentes en diversas industrias ha sido una constante durante los últimos dos años debido a la pandemia de la COVID. Ahora un nuevo integrante se une a la lista y amenaza con a las telecomunicaciones de cabeza. De acuerdo con Financial Times, el mundo enfrenta una escasez de cable de fibra óptica, lo que ha disparado el costo en Europa y otros países.
La crisis se debe a que existe un aumento de precios en componentes críticos de la fibra óptica, como el tetracloruro de silicio. Según la firma de inteligencia de mercado, Cru, este elemento es clave en la producción y su precio aumentó hasta en 50%. El helio, otra parte importante, también sufrió un incremento de 135% debido al cierre de algunas plantas de producción en Estados Unidos y Rusia.
La escasez de componentes y la demanda de conexiones en aumento es una mala combinación. Cru estima que el consumo de cable de fibra óptica aumentó en 8,1% durante la primera mitad del año. Mientras empresas como Google, Microsoft o Amazon expanden sus centros de datos, los gobiernos buscan agilizar el despliegue del 5G en sus países. El problema es que el kilómetro de fibra óptica pasó de 3,62 euros a 6,16 euros. Esto representa un 70% más comparado con lo que costaba en marzo de 2021.
Michael Finch, analista de Cru, considera que el aumento de precio en los cables de fibra óptica impactará en la conectividad global. Corning, uno de los productores más grandes de esta tecnología a nivel mundial, reveló que está agilizando la fabricación para satisfacer la demanda de los gobiernos y empresas de comunicaciones. Wendell Weeks, director ejecutivo de la compañía, dijo que nunca había visto nada como esta crisis inflacionaria.
Europa, una de las regiones más afectadas por la escasez
Fabricantes de cable de fibra óptica, como Corning o STL, están priorizando a sus clientes más importantes. Pese a que compañías como Amazon, Google o Microsoft podrían salir bien libradas de esta escasez, la pequeña y mediana empresa ya lo está resintiendo. Los plazos de entrega para los menos afortunados se extienden de 20 semanas a un año, y las productoras establecen cláusulas especiales en las que se definen que el costo final podría aumentar.
