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Tegucigalpa,Honduras martes 12 julio 2022
La Central Hidroeléctrica Francisco Morazán o “El Cajón”, a los 37 años sigue siendo una pieza clave del sistema eléctrico hondureño, con una potencia firme de 300 megas y con fines multipropósito como control de inundaciones y actividades de esparcimiento.
En este aniversario, las autoridades de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) destacan las bondades de este mega proyecto que tomó forma en la década del 90 bajo una millonaria inversión que ha sido redituada con creces.
Hoy día es considerada como “un auténtico patrimonio nacional que comanda el sistema eléctrico hondureño”, es la central hídrica más importante del país, sigue marcando un hito en la generación de energía limpia.
Se le considera como una hidroeléctrica “base” por la capacidad de almacenamiento en todo el año, pese al cambio climático, la cantidad de megas que produce y a casi cuatro décadas ostenta la categoría del primer embalse del país por su envergadura.
Cumple con los propósitos múltiples para los que fue construida: generar energía, mitigar el impacto de las inundaciones en el Valle de Sula y mantener la constancia del caudal del río Ulúa en temporada de verano para garantizar el riego en la actividad agrícola en la zona norte del país.
“Ninguna planta en el país efectúa las funciones de la central, entre ellas: comandar la frecuencia o corrección de los desbalances instantáneos entre generación y carga”, destaca el gerente de Generación de la ENEE, Jorge Morazán.
El técnico, resalta la capacidad que ofrece de “asegurar la estabilidad del sistema, regular el voltaje y alertar de lo que ocurre en el mismo, gracias a la capacidad instalada de 300 megavatios, más los robustos sistemas eléctricos y mecánicos que poseemos también”.
Datos del Centro Nacional de Despacho (CND), establecen que “cuando hay un apagón parcial o total en el país, El Cajón es la primera planta que arranca el sistema y es la que envía señal a El Progreso y la zona central para que el resto de las plantas entren en línea y se inicie el restablecimiento del suministro.
Por otro lado, al haber variabilidad en la energía renovable; por ejemplo cuando la generación solar cae, “El Cajón” entra como reserva secundaria y cubre el déficit o el incremento abrupto de la energía fotovoltaica. Esta característica, la convierten en una planta con capacidad máxime de regulación del sistema.
Fuente: La Tribuna
