Tegucigalpa,Honduras sábado 02 julio 2022
Los datos se han convertido en uno de los activos más valiosos para una empresa. Sin embargo, no todas las organizaciones de la región cuentan con los procesos adecuados para asegurar esa información y evitar los problemas que una pérdida de la misma podría causarles. Es por esto que desde ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, se busca concientizar sobre estos riesgos y cómo hacer para prevenirlos.
Son múltiples las consecuencias de la fuga de información, puede ir desde el daño a la imagen y reputación hasta cuantiosas pérdidas económicas, pues el costo promedio por fuga de datos ronda los 3.86 millones de dólares, en el que el 60 por ciento de empresas pequeñas salen del mercado dentro de los seis meses posteriores a una pérdida de información importante. Como resultado de las encuestas realizadas por el ESET Security Report 2021, las principales preocupaciones en cuanto a materia de seguridad de las empresas latinoamericanas son los códigos maliciosos (64 por ciento), seguido del robo de información (60 por ciento) y accesos indebidos a los sistemas (56 por ciento).
El mismo reporte de seguridad elaborado por ESET durante 2021 da a conocer que específicamente en Honduras existen serias preocupaciones en cuanto a seguridad respecta, entre ellas se manifiesta que el 25 por ciento teme a un uso inapropiado de la infraestructura, 30 por ciento falta de disponibilidad de servicios críticos, 37 por ciento privacidad de la información y el 52 por ciento a ser infectados con códigos maliciosos.
“Las violaciones de datos ocurren cuando un tercero no autorizado accede a la información privada de una empresa y a menudo, implica el robo de datos personales de clientes o empleados. Generalmente, las vías de pérdida, fuga o filtración de datos suelen ser comunes, como el correo electrónico, dispositivos removibles, impresiones, incluso capturas de pantalla en el sistema”, indica Marielos Rosa, gerente de Operaciones de ESET Centroamérica.
“También deben ser considerados otros vectores como la aplicación efectiva de Ingeniería Social, los códigos maliciosos desarrollados para robar información o bien la explotación de vulnerabilidades. En este contexto, considerar los diferentes escenarios al tiempo que se identifican los actores que podrían materializarlos es lo más importante para reducir los riesgos de sufrir una pérdida de información”, agrega la especialista de ESET.
El reporte de seguridad de ESET correspondiente al 2021 da a conocer que en Latinoamérica el 78 por ciento de las compañías han sufrido fuga de datos internos, 60 por ciento de los empleados no consideran que manipular información de la compañía pueda derivar en algún problema, 50 por ciento de los empleados se llevan información fuera de la compañía y el 40 por ciento podría ofrecer esta información a un nuevo empleador.
Fuente: hondudiario